UPyD exprime el vacío asturiano
La formación de Rosa Díez pone en escena un discurso coregrafiado para no separarse de la ambigüedad que mantiene a su diputado en Asturias en el centro de todas las miradas
L. L. C.
A UPyD no le asusta la amenaza de tener que repetir elecciones en Asturias dos meses después de las últimas, y ante el riesgo de que semejante despropósito se desencadene porque esta formación no deshaga el empate a 22 escaños de los bloques PSOE-IU ... y Foro-PP, ellos lo tienen claro: « que hag an un programa de gobierno que podamos apoyar».
El discurso lo exponía ayer en Madrid el número dos de los upeidistas, Carlos Martínez Gorriarán. Pero igualmente lo podía haber pronunciado en Gijón su colega Ignacio Prendes, único diputado electo de las filas magentas en el Principado y llave (a su pesar) de que Asturias tenga o no que volver a las urnas. Porque los mensajes que desprende el partido de Rosa Díez son de una coreografía perfecta . Declaraciones talladas con precisión en el espacio de la ambigüedad, que sus miembros reproducen sin sacar lo más mínimo el pie de esa cuadratura política suya que creen por encima del bien, del mal y del bipartidismo. El fin es no mojarse, no cometer deslices verbales que puedan comprometer el cómodo limbo de la oposición en el que con tanta soltura se maneja UPyD.
Hasta que el recuento asturiano les puso el pasado 25 de marzo en la situación sin precedentes de tener que decidir. Y decidirse. Pero tres semanas y media después, y a falta de nueve días para la constitución el 27 de abril de la Junta General, Prendes seguía ayer mareando la indefinición y cotizándose al alza , aún a costa de seguir prolongando la parálisis que sufre el Principado.
Van tres reuniones con el socialista Javier Fernández , ganador de las elecciones, con el que el de UPyD dijo el martes tener «amplias coincidencias». Salvo en materias de reforma electoral y territorial, ahí es nada. A Fernández le pidió el pacto de gobernabilidad que ha alcanzado con IU para estudiarlo. Antes, ya le trasladó que quiere un puesto en la Mesa del Parlamento. Antes aún, fue su exigencia de que los partidos del Principado confraternizaran en un gobierno de unidad si querían contar con él. Entre medias, abstracciones -del estilo de que UPyD no apoyará nada que no presente «un compromiso de regeneración asumible»-, excusas que diluyen la responsabilidad - «nosotros somos uno de 45 diputados»- y dosis de populismo, a veces hueco. Para no decantarse tampoco por el bloque de la derecha, Foro y PP, a Prendes le han servido el pretexto los propios Francisco Álvarez Cascos y Mercedes Fernández, que no han despejado quien de los dos sería presidente de tener el respaldo necesario. Y por tanto, el upedista puede esperar.
Hay algo más. En el lado de la izquierda, IU sostiene ahora que ve «difícil» reeditar un acuerdo de gobierno con el PSOE como los de las últimas legislaturas. A u menta la sensación de vacío en la política asturiana. El desbloqueo, que hagan ese programa de gobierno que UPyD pueda apoyar.
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