«Txeroki» ordenó al comando desarticulado asustar a empresarios y atentar contra aeropuertos y oleoductos
«Txeroki» ordenó al comando desarticulado asustar a empresarios y atentar contra aeropuertos y oleoductos
El ex jefe del aparato militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, alias «Txeroki», ordenó en 2005 al comando de «legales» desarticulado en las últimas fechas en Vizcaya, Guipúzcoa y Huesca que asustaran a empresarios que habían sido extorsionados y que cometieran atentados contra aeropuertos y ... oleoductos, según informaron fuentes jurídicas.
«Txeroki» recurrió a Aitzol Etxaburu para reorganizar el grupo a pesar de que estaba «quemado» por reivindicar un atentado desde su propio móvil. Según las mismas fuentes, la dirección de ETA, encabezada por Garikoitz Aspiazu «Txeroki» y su lugarteniente, Aitzol Iriondo, remitieron en 2005 la orden de atentar contra oleoductos y aeropuertos así como «asustar» a empresarios que habían sido previamente extorsionados al presunto dinamizador del «comando de legales», Aitzol Etxaburu .
También recibieron la orden Igor Martín Niño y Asier Badiola, en prisión por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy velasco, que les acusa, respectivamente, de delitos de integración en organización terrorista y colaboración con banda armada.
De este modo, los tres formaron en el verano de ese año un comando denominado «Kresala» que recibía información de Iriondo en el sur de Francia. Los etarras trasladaron, de esta forma, una furgoneta cargada de material explosivo hasta el polígono industrial de Vicolozano, en Avila, que estalló el 24 de septiembre de 2005. Etxaburu reivindicó dicho atentado mediante una llamada que realizó con su propio teléfono móvil, lo que permitió su identificación por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Al encontrarse «quemado», se vio obligado a huir a Francia y dejar en suspenso la actividad del comando. La detención de Etxaburu el pasado mes de agosto motivó la localización de 14 zulos en Francia, algunos de los cuales contenían numerosa documentación, material explosivo y dinero.
A pesar de que Etxaburu fue identificado, la falta de efectivos de la organización terrorista obligó a «Txeroki» a volver a encomendar tareas al huido a Francia, según las fuentes consultadas. De este modo, Etxaburu regresó a España en septiembre de 2007 para montar un nuevo comando, que recibió por nombre «Tontor». Para ello, captó a Ibon Iparaguirre, que se convirtió en jefe de esta nueva estructura y recuperó a Asier Badiola.
Antes de su regreso, Etxaburu ordenó a las nuevas incorporaciones que atentaran contra una comisaría de la Ertzaintza, misión que cumplieron el 21 de septiembre de 2008 en Ondárroa, donde explosionaron un coche bomba cargado con 100 kilos de explosivo.
Además, los tres habrían cometido presuntamente los atentados contra las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV), contra un repetidor en Azpeitia (Guipúzcoa) y otro contra la Casa del Pueblo de Elgoibar (Guipúzcoa). Además de Badiola, Iparraguirre y Martín Niño, que fue detenido en Jaca (Huesca) porque había sido desterrado por la dirección de ETA tras alardear de su pertenencia a la banda -según fuentes de la investigación-, la operación policial desarrollada por la Ertzaintza y el Cuerpo Nacional de Policía se ha saldado con la detención de otras seis personas que han ingresado en las últimas dos semanas en prisión.
Se trata de Zunbeltz Bendialaineta, al que se atribuye el delito de integración en organización terrorista, y los presuntos colaboradores Xeber Uribe, Jon Iñaki Esnaola, Urtza Alkorta, Olaitz Lema y Javier Zubizarreta. A este última se le imputa además un delito de tráfico de drogas.
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