Crimen de Pioz: «Tiré la toalla y la navaja en contenedores, cerca de mi casa»

Divagó diciendo que «no tenía en su cabeza de forma clara lo que quería hacer» cuando se dirigió al chalé de La Arboleda. Le recibió su tía Janaina. Estuvieron en el jardín hablando sobre Brasil y la familia. «La última imagen que tengo es verla limpiando los platos y el siguiente recuerdo es de Janaina y los niños muertos en el suelo . No recuerdo haber empleado la navaja contra Janaina y los niños». Los tres murieron desangrados por un profundo corte en el cuello. Contó que los niños estaban con ellos en el jardín, pero tampoco recuerda qué pasó después hasta que vio «los tres cuerpos muertos en la cocina, cree que separados» .

Sobre el asesinato de su tío Marcos tampoco aclaró nada. Dijo al juez que llegó por la noche, por la puerta de entrada de vehículos (volvía de su primer día de trabajo en un restaurante de un centro comercial en Madrid). «La última imagen que tengo es hablando normal y tranquilo con él en el pasillo . No preguntó por Janaina y los niños, pasó a dar alguna luz. Después la imagen que tengo es mi tío muerto en el suelo del pasillo».

Ante la desmemoria, el magistrado quiso saber si cortó los cadáveres de su familia. La respuesta fue que se metió en la ducha y luego en la cama, vio las bolsas (con los cuerpos) en el salón y se fue cuando empezaba a clarear. «Los cadáveres presentaban cortes en el cuello. ¿Recuerda haber acuchillado con cortes de este tipo?», preguntó el juez. «Solo recuerdo la sangre y personas en el suelo» .

La desmemoria le alcanzó para saber que tenía mucha sangre en el cuerpo y que a la mañana siguiente, tras limpiar de forma chapucera el chalé, se llevó en una mochila la toalla con la que se limpió, las llaves de la casa, el móvil de su tío Marcos (desde el que envió un mensaje al casero 13 días después), los guantes que usó para limpiar y la navaja, supuesta arma del crimen. «Tiré la toalla y la navaja en contenedores verdes, cerca de mi casa» (compartía desde julio piso con estudiantes en Alcalá de Henares). El día que huyó a Brasil, un mes después tras hallarse los cadáveres, se dedicó por la mañana a pintar de blanco una pared de su habitación; probablemente allí había quedado otra huella más .