Teresa Ribera, una negociadora climática para llevar las riendas de Energía

Y es que Ribera siempre ha sido una fija en las quinielas para un posible Gobierno conformado por Pedro Sánchez. Lo que no estaba tan claro es si finalmente esa transversabilidad de la que siempre se habla para el medio ambiente iba a hacerse efectiva y materializarse en un ministerio en el que también estuvieran las competencias energéticas. Un movimiento que ya han dado antes otros países de nuestro entorno, como Francia y Reino Unido , conscientes de que es tarea harto difícil cumplir con los compromisos que la Unión Europea ha adquirido dentro del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático sin acompasar crecimiento económico y desarrollo sostenible.

Hasta ahora en nuestro país la cartera de medio ambiente siempre ha sido rehén de otras : bien como la hermana pequeña de Agricultura y Pesca, o bien como el primo molesto de Energía, a quien finalmente acababan acallando unos números macroeconómicos que no tenían en cuenta la variable ambiental ni social de algunas de las medidas a tomar. Teresa Ribera deberá lidiar ahora con todos estos actores para situar a España en una posición ventajosa en lo que ella insiste en llamar la hora de la verdad, pues, a su juicio, el cambio climático es el mayor desestabilizador para la economía mundial.

Dotes negociadoras no le faltan, y en los últimos años las ha demostrado en materia energética y climática. Su última responsabilidad ha sido dirigir el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), un potente think tank francés, cuyo papel fue muy relevante para la consecución del histórico Acuerdo de París, y hace unos meses fue elegida una de las doce representantes de la Comisión Mundial de Geopolítica de Transformación Energética, de la Agencia Internacional de Energías Renovables.

Su voz en esta materia es muy respetada a nivel internacional, habiendo llegado a sonar su nombre para dirigir la Convención de Naciones Unidas del Cambio Climático. Tiene en su cabeza todas las claves geopolíticas de un asunto tan complejo como el cambio climático. Es una mujer tenaz y con las ideas muy claras, buena conversadora y afable y cercana en el trato.

Ribera es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Comenzó su carrera como alta funcionaria en el departamento de Cambio Climático cuando Jaume Matas (PP) era el ministro de Medio Ambiente (2000-2003). Cuando Cristina Narbona es ministra de Medio Ambiente (2004-2008) con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la nombra directora de la Oficina Española de Cambio Climático y posteriormente asumió la Secretaría de Estado de Cambio Climático (2008-2011).