Iglesias-Errejón: la «corte» frente al «delfín»

La tensión es máxima en Podemos estos días. Los entornos de uno y otro evidencian un distanciamiento total. En el sector afin a Pablo Iglesias se apuesta por enmarcar el inicio de las hostilidades en el intento por los errejonistas de «desestabilizar» a Iglesias a partir de la cadena de dimisiones hace un año en la dirección de la Comunidad de Madrid para forzar la dimisión de Luis Alegre, por entonces secretario general del partido en la región.

En el pablismo creen haber desenmascarado el «Jaque Pastor», tras haber descubierto unas conversaciones en Telegram en las que se planificaba esta estrategia, como informaba La Vanguardia el pasado fin de semana. En el errejonismo se define aquellas dimisiones como «un mecanismo defensivo» después de que se elevase a la dirección estatal una discusión sobre si pedir o no el acata de diputado autonómico a Emilio Delgado, que había dimitido días antes como secretario de Organización de la región. Y recuerdan en el errejonismo que, «si todo empezó en Madrid, habría que recordar que la primera persona que dimitió en Madrid fue Juan Manuel del Olmo», una de las personas más cercanas a Iglesias.

En el sector afín a Errejón se apunta a la tensa relación con el entorno de Pablo Iglesias , que a día de hoy conforman Del Olmo, Rafael Mayoral e Irene Montero, como la principal causa de tensión. No deja de recordarse que entraron en la Ejecutiva de Podemos en el primer Vistalegre «después de perder su proceso interno en el PCE». Su pasado en la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE)

En el errejonismo aseguran que ya en la campaña del 20-D detecaron un intento de ir apartando poco a poco a las personas más cercanas a Errejón, algo que creen que quedó probado con la pérdida de influencia de figuras como Jorge Moruno y Clara Serra. «La corte», como se refieren a este grupo de influencia de Iglesias entre los errejonistas, y su incompatibilidad con «el delfín», como pretendían referirse a Errejón.

Lo cierto es que el entorno de Iglesias siempre ha recelado del enorme poder que concentraba concentra Errejón. Lo que incluso el propio Iglesias ha denunciado como la creación de «partidos dentro del partido». En el errejonismo dan la vuelta al argumento: «Fue Íñigo quién armó el partido mientras Pablo estaba de eurodiputado». Estos días los entornos de uno y otro intercambian reproches. Nunca antes se había evidenciado tanta división, y los relatos del pasado cobran actualidad.

La campaña en redes sociales contra Íñigo Errejón en plena nochebuena , supuso un punto de inflexión en la confrontación entre Errejón y el sector de Iglesias. Hay una frase tendencia en el errejonismo que resume bien cómo se percibe la división en el partido: «Aquí no existe un problema entre un número dos que quiera ser un número uno, sino a muchos números tres que quieren ser número dos» .