Santamaría reprocha los malos modos de Podemos e Iglesias la llama «sinvergüenza»

Transcurría la sesión de control cuando Soraya Sáenz de Santamaría respondía a la portavoz de Podemos, Irene Montero, acusándola de instalar el «pseudoparlamentarismo» en la Cámara. « Hasta sus modos y modales los tenemos que aguantar sencillamente por no pensar como ustedes», reprochó en alusión a las escenas que la formación viene realizando en el Pleno. «Ponen en cuestión todo lo que no pueden controlar, empezando por la prensa y siguiendo por la inteligencia. Cuestionan a todos los que defienden la seguridad de los ciudadanos y defienden a los que la agreden de palabra o de obra», le espetó.

Durante la alocución de la vicepresidenta, Iglesias se tocó varias veces la cara para acusarla de caradura y al final de la misma le dedicó un «sinvergüenza» desde su escaño. El calificativo fue inaudible pero es evidente en el vídeo grabado por las cámaras y, además, fue repetido por el líder de Podemos en declaraciones ante los periodistas.

«Para algunos el decoro tiene ver con llevar un reloj muy caro o vestir ropa muy cara, y el decoro tiene que ver con no ser un corrupto, con no ser un sinvergüenza y cuando te hace preguntas la oposición tratar de responderlas», señaló en los pasillos del Congreso donde intentó desviar el ataque de la vicepresidenta.

Allí se quejó de que ni Sáenz de Santamaría ni los ministros del Interior y Hacienda han contestado a los interrogantes que hoy les ha planteado su formación. «Hemos realizado catorce preguntas y no responden a ninguna. Se escudan en las formas para no responder a ninguna» ha reprochado asegurando que esta actitud es «tomarle el pelo a los ciudadanos» . «Preguntamos y el Gobierno tiene que responder, si insulta y no responde esta faltando al respeto y al decoro».

Sin embargo, ningún miembro del Ejecutivo ha lanzado hoy insulto alguno en el Salón de Pleno como sí lo ha hecho el propio Iglesias con ese «sinvergüenza» dirigido a la número dos del Gobierno. Justo cuando las formas de su grupo están siendo duramente cuestionadas por el resto de las formaciones.

Pero la tensión entreambas bancadas ha alcanzado su punto álgido durante la intervención del diputado popular Rafael Merino que inicialmente iba a preguntar al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido , por los desaparecidos. Sin embargo, ha empezado a desviarse de la cuestión para reprochar al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias , y al diputado socialista, Artemi Rallo , sus intervenciones previas sobre la adjudicación de un piso de la Guardia Civil al director de Tráfico. Una cesión que Zoido ha negado tajantemente.

La desviación de Merino ha desatado fuertes protestas en las bancadas socialista y morada hasta tal punto que la presidenta del Congreso, Ana Pastor , se ha visto obligada a poner orden en el Pleno y pedir a Merino que se ajustara a su pregunta.

Pero éste, pese a compartir partido político con Pastor, se ha encarado con ella pidiéndole que le permitiera ejercer su derecho a la libertad de expresión. «Estoy en la cuestión proque se habla del uso desaparecido de un piso por parte del director de Tráfico», ha intentado burlar la petición de la tercera autoridad del Estado, entre las risas y apoyos de la bancada popular. Pastor ha perdido entonces la paciencia y le retirado el uso de la palabra.

Una acción que Iglesias no ha dudado en utilizar para añadir más leña al fuego, atribuyéndose la razón en toda esta contienda. «Un Gobierno que practica el filibusterismo parlamentario, en el que sus diputados practican el matonismo y la intimidación e incluso tratan de presionar a la presidenta del Congreso para que nos llame la atención a nosotros, y hoy se han encontrado con que llama la atención a un diputado del PP», ha presumido ante la prensa.

La tensión entre ambas bancadas ha colacado en una delicada situación a la presidenta. De hecho, varios diputados del partido mayoritario señalaban la existencia de malestar interno con Pastor porque consideran que no es tan contundente como debiera con Podemos.

La tensión se ha trasladado después a los pasillos con varios periodistas persiguiendo al ministro, que se ha parado a contestar a las preguntas pidiendo que el Congreso no se convierta en un espectáculo.

El malestar del resto de los grupos con Podemos es máximo desde que la semana pasada su diputado, Diego Cañamero , increpó al ministro de Justicia acercándose a su escaño. Un acoso a ojos de Ejecutivo y PP pero también de PSOE y Ciudadanos que ha rebasado el vaso de su paciencia.

El empacho por este tipo de comportamientos es tal que ayer durante la reunión de la Mesa del Congreso siete de sus nueve miembros -los representantes de PP, PSOE, Ciudadanos- se declararon hartos de los constantes numeritos y formas que la formación morada despliega en los Plenos. Unos modos con los que el «show» se convierte en el protagonista en lugar del contenido de las iniciativas e intervenciones.

Pese a todo ello, este órgano decidió ayer no sancionar de momento a Cañamero al no contar con unanimidad ya que los dos miembros de Podemos no amparaban el castigo. Sin embargo, esta decisión parece haber cambiado esta mañana ya que la catarata de acontecimientos parece haber convencido a PP, PSOE y Ciudadanos de la necesidad de adoptar medidas para evitar que el hemiciclo se convierta en un circo continuo. Según fuentes parlamentarias, casi con toda seguridad, la Mesa adoptará alguna tipo de amonestación a Cañamero en su reunión de la próxima semana, sin unanimidad, pero con una amplia mayoría (siete votos contra dos).

No en vano, llueve sobre mojado. Además de la escena de Cañamero, el pasado miércoles Iglesias introdujo los modales de taberna en el hemiciclo al usar la expresión «se la bufa» para referirse a la importancia que el presidente del Gobierno concede a un informe de los letrados del Congreso sobre el uso restringido que debe tener el veto presupuestario. La sesión acabó con Pastor pidiendo a la formación morada que no convirtiera el hemiciclo en un «tendedero», después de que sus diputados hubieran colgado camisetas en sus escaños.

Sin embargo, esa tarde la portavoz de Podemos, Irene Montero , solicitó a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, una reunión para quejarse de la «enorme agresividad de los diputados del PP» y pedir a la presidenta más control de sus compañeros de partido. La tercera autoridad del Estado recordó que el mantenimiento del orden afecta a todos y le recordó la escena montada por Cañamero advirtiéndole que la Mesa expedirá una amonestación. Será la semana que viene dada la abultada mayoría -siete votos contra dos- que existe en este órgano a favor de hacerlo.

Pero ni con esta advertencia ni con el malestar expresado ayer por los miembros de la Mesa Podemos se dado por aludido. Tampoco por el hervidero de críticas contra la formación morada en que se convirtieron ayer los pasillos del Congreso. Fuentes parlamentarias aseguran que Pastor no está dispuesta a permitir un circo constante en el hemiciclo y que adoptará las medidas que sean necesarias para que estos espectáculos no vuelvan a repetirse.