«Tenía un carácter fuerte, era la líder»

Cristina contó el sábado a un amigo en «Tuenti» que iba a salir con un chico nuevo, y se quejaba de seguir castigada por sus malas notas

«Tenía un carácter fuerte, era la líder»

El pueblo de Toledo conocido, mal que les pese a muchos, por ser el de «El Pocero» tenía ayer dos puntos neurálgicos. Uno en torno al interminable cordón policial desplegado junto a la antigua yesera, en la carretera de Torrecastillo; el otro en la casa ... de la familia Martín de la Sierra. En el primero se afanaba la Guardia Civil en busca del cuerpo de Cristina, perdido en el abismo de una fosa, ante la mirada expectante de decenas de curiosos y amigos. «El sábado hablamos en el «tuenti». Me dijo que iba a salir con un chico nuevo, pero no sé quién es. La tarde de antes estuvimos aquí toda la pandilla en este parque hasta las nueve», relata uno de sus amigos, ensombrecida la mirada por las lágrimas.

«Era la líder, tenía un carácter fortísimo. Ni los chicos se metían con ella. Yo estuve saliendo quince días con Cris, pero lo dejamos porque era muy mandona», cuenta otro de los niños. Tienen 13 años, como su amiga y se les nota, pero el mazazo empieza a dejarles huella.

Murmuran más que hablan sobre quién le ha podido hacer a la niña algo así. «Se llevaba muy mal con una chica». No sueltan prenda, aunque horas después se sabrá que era algo más que eso, que las dos niñas se peleaban con frecuencia, y los insultos personales y familiares salían a relucir. Cris le afeaba a su enemiga su origen cubano y la separación de sus padres. Ni los progenitores de una ni de otra tenían ni idea de la guerra larvada que habían iniciado.

Francisco Martín de la Sierra, el padre de la víctima, tampoco estaba ayer para esos detalles. Sólo recordaba, como ido, que había buscado a su niña tres veces donde al final la han encontrado y pidió, cómo no, que se haga justicia. «Al responsable lo condenarán y a los tres años saldrá». Sin palabras concretas, revivió las heridas siempre reabiertas que provoca la Ley del Menor, cuando aparece su sombra. Tras la detención de la presunta autora, la cuestión clave es su edad. Al haber cumplido ya los 14 años podrá ser imputada e internada en un centro de menores a la espera de juicio; de lo contrario habría sido considerada inimputable.

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