El Supremo condena al intermediario en el secuestro de la prima del juez Marlaska en Colombia

Todo sucedió el 14 de mayo de 2013, cuando los dos ciudadanos españoles, María Concepción Marlaska y Ángel Sánchez , se encontraban de viaje turístico en Colombia. Mientras visitaban un paraje en el departamento de Guajira, un hombre armado abordó por la espalda a Ángel. Después, al llegar dos hombres más, los españoles fueron obligados a entrar al vehículo, «privándoles así de su libertad ambulatoria, desplazándose a una cabaña» en un lugar desconocido.

Desde ese día y hasta el 15 de junio, los dos fueron trasladados a diferentes habitáculos ubicados en Colombia o Venezuela, sin que puedan ser precisados porque «los captores ocultaban la cabeza de sus víctimas con una especie de capuchas» en los traslados.

Un familiar de María Concepción Marlasca, residente en Avilés, gestionó desde España el rescate. En un primer momento los captores exigieron 400.000 euros y finalmente aceptaron 53.000 euros , una suma que fue entregada a través de la intermediación de Almoalen, quien colaboró con los captores a través de las instrucciones que le llegaban por teléfono de otro intermediario desde el Líbano. El condenado utilizó a su vez a otra persona, Juan José Benito , quien fue absuelto al no quedar acreditado que supiera que era un rescate. Los dos españoles fueron liberados un día después del pago.

Los jueces explican que en el delito de secuestro también responde como coautor el que, «aun no habiendo intervenido en la privación de libertad, asume con posterioridad las funciones de gestionar la recepción de la cantidad exigida como rescate en connivencia con los autores materiales de la detención que retienen a las personas». Almoalen no participó en el secuestro como tal, pero sí en el rescate.