Suárez apuesta por Mayor Oreja para suceder a Aznar
El Congreso conmemoró ayer el XXV aniversario de las primeras elecciones generales con un pleno extraordinario que reunió a los diputados de las Cortes Constituyentes y a los parlamentarios de la actual VII Legislatura. En los pasillos de la Cámara, los protagonistas de la transición se pronunciaron sobre aspectos de la actualidad política, entre ellos la huelga general y la sucesión de Aznar. El ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez ve a Mayor Oreja como el mejor situado en la carrera sucesoria.
Por el viejo palacio de la Carrera de San Jerónimo se pudieron ver ayer caras del pasado, que ya no son habituales en la actual Cámara Baja. Diputados de las Cortes Constituyentes (1977- 1979), algunos todavía en activo, tuvieron la oportunidad de compartir escaño con ... los parlamentarios de la VII Legislatura. En el hemiciclo y en los pasillos del Congreso se pudo ver conversando a los principales líderes políticos y sindicales de hace 25 años -Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, Alfonso Guerra, Santiago Carrillo, Miquel Roca, Marcelino Camacho y Nicolás Redondo, entre otros- con los actuales dirigentes del Gobierno y la oposición -José María Aznar, Mariano Rajoy, Javier Arenas, José Luis Rodríguez Zapatero, Jesús Caldera, Gaspar Llamazares, Xavier Trias e Iñaki Anasagasti-. Las ausencias más destacadas fueron las de Manuel Fraga, Jordi Pujol y Xabier Arzalluz.
Al término del acto protocolario, los principales líderes de la transición mantuvieron conversaciones informales con grupos de periodistas. En una de ellas, el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez habló de su percepción sobre la situación política, en la cual José María Aznar ocupa, a su entender, un papel primordial. No dudó en definir al jefe del Ejecutivo como el «mejor presidente» que ha tenido la democracia española y destacó su capacidad de trabajo, su seriedad y buen juicio en la toma de decisiones.
A Suárez le parece que Aznar ha tomado una decisión «precipitada» al renunciar a presentarse nuevamente a la Presidencia del Gobierno. Los periodistas le preguntaron cuál es su candidato a la sucesión, a lo que respondió sin dudarlo que Jaime Mayor Oreja, un hombre que conoce desde hace muchos años, cuando pertenecía a la UCD, y de cuyos valores personales y políticos hizo una entusiasta alabanza. También destacó la «buena cabeza» del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, y la laboriosidad y lealtad del otro vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
En un tono distendido, y haciendo gala de su sentido del humor, Suárez aportó sus impresiones sobre la incorporación de su hijo Adolfo a la primera línea de la política. En este sentido, afirmó que el candidato del PP a la Junta de Castilla-La Mancha acabará siendo «un buen presidente» de esa Comunidad autónoma, aunque admitió que vencer a José Bono en las elecciones autonómicas constituye una tarea difícil. En principio, no tiene previsto apoyarle públicamente, pero dio a entender que estaría dispuesto a hacerlo dependiendo de la evolución de la campaña electoral o la «actitud» de Bono.
Actos conmemorativos
La conmemoración comenzó a las doce de la mañana, cuando la presidenta de las Cortes, Luisa Fernanda Rudi, inauguró una exposición con un centenar de fotografías realizadas por más de cuarenta profesionales que representan los momentos históricos más significativos de estos últimos 25 años. Media hora más tarde, comenzó en el hemiciclo un pleno extraordinario que contó con la presencia de diputados de las Cortes Constituyentes y de la VII Legislatura. En sus discursos, los seis presidentes que han tenido las Cortes Generales desde que se reinstauró la democracia coincidieron en condenar el terrorismo y apostar por la vocación europeísta de España.
El primero en tomar la palabra fue Fernando Álvarez de Miranda, presidente del Congreso por la UCD entre los años 1977 y 1979, quien lamentó que, veinticinco años después, aún esté viva la «lacra» del terrorismo. No obstante, se mostró convencido de que «si todos estamos unidos en un proyecto común, seremos capaces de doblegarlo». Landelino Lavilla, también de la UCD y presidente del Congreso entre 1979 y 1982, ensalzó el papel del Parlamento -que definió como la institución que representa «la victoria de la razón, la derrota de la fuerza y la marginación de toda violencia»- y la vigencia de la Constitución como «pacto de convivencia» que merece ser garantizada y mejorada.
El socialista Gregorio Peces Barba, presidente de las Cortes entre 1982 y 1986, expresó su repulsa por la pervivencia de un terrorismo «disminuido y limitado» que aún conserva «la capacidad de matar y de crear crispación, apoyado en coacciones, agravios y daños producidos por su entorno ideológico». El también socialista Félix Pons, presidente del Congreso entre 1986 y 1996, se centró en la integración de España en Europa y deseó que la Presidencia española culmine con éxito su semestre.
Federico Trillo, presidente del Congreso entre 1996 y 2000 por el PP, se refirió a los terroristas como los únicos que insisten en excluirse del «apasionante proyecto» que, en su opinión, supone la convivencia en España y animó a los españoles a trabajar «con la libertad como norte y la palabra como único instrumento». Por último, Luisa Fernanda Rudi tuvo un especial recuerdo a los 1.600 diputados de la historia democrática reciente y a los que han sido víctimas del «terrorismo totalitario y asesino», como el parlamentario y ex ministro Ernest Lluch.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete