«Sólo sé que nunca recuperaré a mi hijo»
Desde Ecuador y con la voz quebrada, María Seilema, madre de Carlos Alonso Palate, sólo pide «que se haga justicia» para que un hecho así no vuelva a afectar «a ningún ser humano».
Echa mucho de menos a su hijo. Desearía «vivir junto a él ... y todos los demás». María asegura que «en Ecuador hay choques y luchas, pero no se ponen bombas a los seres humanos». Confía en que la labor de los jueces sirva para que, terminando con los actos de terrorismo, «el mundo entero sea muy feliz para poder vivir».
Winston Estacio, padre de Diego Armando, es la otra cara del horror en el atentado de la T-4 en Barajas. Como María, confía en que «las autoridades hagan cumplir las leyes» y advierte de que lo ha pasado «muy mal. La pérdida de un hijo no se supera nunca. Recordar de nuevo todo esto es muy doloroso».
Precisamente el dolor frena a Jaime Palate a la hora de hablar de su hermano: «Prefiero no enjuiciar a los terroristas. Sólo puedo decir que a mi hermano le echo mucho de menos. Creo en la justicia».
Verónica Arequipa era la novia de Diego cuando estalló la bomba. Quiere «que todo esto acabe cuanto antes». Siente que es mejor no hablar de los terroristas porque «no tienen sentimientos, no tienen nada». Ya queda menos espera. El jueves está previsto que concluyan las sesiones en la Audiencia Nacional y el caso quedará visto para sentencia.
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