Siguen las derivaciones a la Península: sale otro vuelo con unos 60 «sin papeles» desde Canarias

El último ejemplo que lo demuestra ha tenido lugar, según ha podido saber ABC, esta tarde en el aeropuerto de Gran Canaria , donde alrededor de 60 «sin papeles» han subido a un avión con destino a Madrid. Este viaje se enmarca en las expediciones que se realizan con cierta asiduidad desde el archipiélago hasta territorio peninsular para aliviar la complicada situación en los recursos asistenciales canarios.

Estos operativos están liderados por el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, pero en ellos también participa el ministerio del Interior, que debe autorizar a cada una de las personas en situación irregular que vayan a viajar; y las ONG, que sufragan los billetes de los inmigrantes.

Vuelos como el que esta tarde ha salido de Las Palmas no son extraños. Además, suelen tener como destino principal la capital, Madrid, donde hay más medios para recibir a estas personas aunque posteriormente sean enviadas a otras provincias donde se cuente con recursos asistenciales suficientes. Los inmigrantes que participan en estos traslados son sometidos a test de detección del coronavirus en las jornadas previas a embarcar.

Se ha dado la circunstancia de que una expedición de parlamentarios del PP ha coincidido en el avión con los inmigrantes derivados a la Península después de visitar, con la diputada Ana Beltrán a la cabeza, las instalaciones de Barranco Seco . Este es uno de los centros de atención de inmigrantes dispuestos en Canarias.

José Ortiz, diputado y portavoz de Migraciones del grupo parlamentario popular en el Congreso, denuncia que derivaciones como esta «son el mayor efecto llamada que se puede hacer» y subraya que realizar estos traslados, en lugar de proceder a la expulsión de los «sin papeles», puede incentivar que otros inmigrantes intenten acceder a España de manera irregular. Como publicó este diario, las expulsiones, en 2020, no supusieron ni el 10 por ciento de las llegadas .

El Gobierno, en plena crisis migratoria, se comprometió a mejorar las instalaciones dedicadas a la recepción de inmigrantes en las islas. A finales de noviembre, el ministro de de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, anunció que el Ejecutivo iba a habilitar hasta 7.000 plazas en distintos centros para atender a los inmigrantes que llegaban a Canarias.

En aquellos momentos, a La Moncloa le costaba admitir que se estaban produciendo derivaciones de inmigrantes en situación irregular desde Canarias hasta la Península, para no alentar el efecto llamada, pero la realidad era bien distinta. Hasta el punto de que el Gobierno tuvo que terminar admitiendo que se produjeron 2.035 traslados de este tipo en la segunda parte del año pasado.