El Gobierno se asegura la aprobación de la reforma laboral con el sí de PDECat y UPN

El real decreto ley para la reforma laboral se debatirá y votará este jueves, pero el Gobierno de coalición puede respirar tranquilo tras una recta final que había sumido su convalidación en la incertidumbre. Esta mañana en el Congreso , el cruce de reproches entre la vicepresidenta Yolanda Díaz , Gabriel Rufián ( ERC ) y Oskar Matute ( EH Bildu ) hacía temer por la viabilidad el texto, pero a última hora de la tarde los planes le han terminado de salir a la también ministra de Trabajo , o al menos en parte. Porque era un objetivo personal suyo sacar adelante el decreto con sus socios habituales, como defendía su antecesor, Pablo Iglesias , y no con Cs y los partidos minoritarios.

El líder del PDECat en el Congreso, Ferran Bel , ha anunciado el voto a favor de sus cuatro diputados pasadas las siete de la tarde, aunque en el Gobierno daban ya por sentado su respaldo y la formación nacionalista ya había dicho que se movía entre la abstención y el sí, pero que en cualquier caso no pretendía obstaculizar la norma. La mirada se ha fijado pues en UPN, con cuya abstención ya era suficiente para aprobar la reforma laboral.

No obstante, fuentes de UPN han confirmado a este diario que sus dos diputados votarán a favor de la reforma momentos antes de la comparecencia en Pamplona de su presidente, Javier Esparza , para explicar su posición. En el Congreso, Bel ha reivindicado el papel del PDECat, sucesor de la antigua CiU , y ha destacado que de confirmarse las posturas anunciadas por todos los partidos será el único que vota a favor de las dos últimas reformas laborales.

Bel ha lanzado duras críticas al PP , al que ha acusado de asentarse en una posición «demagógica», y ha remarcado que incluso la exministra de Empleo Fátima Báñez , que lideró la reforma aprobada por los populares en el Gobierno de Mariano Rajoy , en 2012, ve con buenos ojos la norma que plantean ahora PSOE y Unidas Podemos, muy alejada de la « derogación íntegra» que prometían meses atrás. El portavoz del PDECat, además, ha hecho hincapié en el «elemento capital» que supone que el decreto esté pactado entre patronal y sindicatos . También ha tenido mensajes de reproche hacia ERC y Bildu, a quienes les ha espetado que mantengan planteamientos «que no son realistas».

El Gobierno, en una votación ajustadísima pese a alcanzar la mayoría absoluta, sacará la norma adelante con sus 154 diputados -sigue ausente el escaño vacío de Alberto Rodríguez -, los nueve de Ciudadanos, los cuatro del PDECat, los dos de Más País-Equo , los dos de UPN y el que tienen Compromís , Coalición Canaria , Nueva Canarias , Partido Regionalista de Cantabria ( PRC ) y Teruel Existe . La mayoría alternativa se impone a la de la investidura y los dos últimos Presupuestos Generales del Estado , en los que el Gobierno sumó a ERC, PNV y EH Bildu.

Así pues, y pese a los menosprecios de Díaz, quien llegó a decir que con Cs era imposible sacar la reforma laboral porque su presencia expulsaría a otros partidos de izquierdas, se impone la vía que empezó a abrir a finales de diciembre Inés Arrimadas y que consolidó en enero con una reunión en la sede de la CEOE con su presidente, Antonio Garamendi ; Fátima Báñez; y el líder de ATA , Lorenzo Amor . La unión del resto de partidos, que previsiblemente se posicionarán en contra, dejará el marcador de los noes en 173 votos. Serán los 88 del PP, los 52 de Vox , los trece de ERC, los seis del PNV, los cinco de EH Bildu, los cuatro de Junts , los dos de la CUP , el del BNG y el del diputado no adscrito y ex de Cs, Pablo Cambronero .

Si nada se tuerce y nadie se equivoca al votar, este jueves el Congreso aprobará una nueva reforma laboral que recupera la ultraactividad y limita el tipo de contratos con el objetivo de limitar la temporalidad y promover los contratos indefinidos. Precisamente, Díaz y el PSOE presumían de esto esta mañana en un último intento de convencer a ERC. Bel, en rueda de prensa, ha apuntado que él aún confía en que la reforma laboral salga por un margen mayor, en clara alusión al PNV. En cualquier caso, y como pedían la patronal y el Gobierno -especialmente la rama socialista-, la reforma se aprobará «sin tocar ni una coma». Y es que la mayoría de los partidos que la apoyarán opina que tramitarla como proyecto de ley abriría la puerta a que el texto saliese del Congreso «peor» de lo que entró. Era la exigencia de Cs, que no cambiase nada, pero es algo que comparten también PDECat y UPN, entre otros.