juicio del prestige

«Que lo separen hasta que se hunda»

Las grabaciones del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento no recogen ni un solo reproche a la decisión de alejar el petrolero de la costa gallega

«Que lo separen hasta que se hunda» ABC

s. e.

15/10/2012
Actualizado a las 19:04h.

La principal incógnita del juicio del «Prestige », que este lunes comienza en La Coruña, es determinar si la decisión de alejar el petrolero fue la mejor de las posibilidades o por el contrario se corrieron riesgos inasumibles que acabaron en la tragedia ... ecológica por todos conocida. Lo cierto es que desde el primer minuto los responsables de la Administración, lo mismo que los técnicos de Salvamento Marítimo, optaron por esa medida, tal como demuestran las grabaciones del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Maritimo incorporadas al sumario, y a las que ha tenido acceso ABC.

«Que lo separen hasta que se hundan», ordenó el 13 de noviembre de 2002 el entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors (DGMM) al jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento (CNCS) en una conversación mantenida cuando el petrolero se acercaba a la costa:

-(DGMM): Lo que convendría sería que alguien permaneciera a bordo, a no ser que se hunda, claro. ¿Eh?

-(CNCS): Sí, si, claro.

-(DGMM): Para ayudarnos a hacer las maniobras

-(CNCS): Sí

- (DGMM): Y la consigna, es que cojan el barco, que puedan dar un cabo y que lo separen de la costa hasta que se hunda.

-(CNCS): Ahora está a 27 millas. Para que te des una idea, justo al oeste de Cabo Finisterre.

-(DGMM): Sí, si 27 millas oeste Finisterre. Es muy cerquita, coño.

-(CNCS): Está cerca, sí. Está cerca, y deriva al 125, o sea que... malo

(...)

-(CNCS): 400 metros es poco, sí. Con todo ese... fuel oil. Eso, hay que tratar de... de cogerlo y llevarlo para afuera.

-(DGMM): Sí, cogerlo y llevarlo para fuera. Esa es la consigna. Y es una putada que las personas (la tripulación) hayan abandonado el barco.

Todos los técnicos estuvieron de acuerdo , también los días siguientes. Así, por ejemplo, el día 16, el jefe del Centro de Coordinación de Salvamento (CCS) de La Coruña habla con el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento (CNCS)y mantienen este diálogo:

-(CNCS): Dime. ¡Ah! ¿Qué, qué tal va, dices?

-(CCS): Sí.

-(CNCS): Las última noticia... han pasado la posición a las 2110 ZULU y estaba..., vamos, las cosas estaban igual, vamos. Estaba... Está derivando. ¡No derivando porque le van tirando los remolcadores! Pero va bajando al sur.

-(CCS): Cuanto más lo lleven para abajo, mejor, coño.

(CNCS): Sur, suroeste, más o menos iba la cosa.

-(CCS) A ver cuánto aguantan... Cuanto más al sur mejor, claro.

(CNCS): ¡Mejor, claro! Y a ver cuánto aguanta. Ese es el tema.

-(CCS): Ese es el problema, que aguante muchas horas y que se vaya muy, muy, muy lejos.

-(CNCS): Mientras más aguante, que se vaya alejando poco a poco, yo creo que...

(CCS): Exactamente. Oye, pues nada, gracias.

Por lo demás, esas cintas demuestran las dudas, el estado de nerviosismo y en algún momento también ciertas contradicciones entre las informaciones que se recibían minuto a minuto en los centros de decisión de la crisis. Algo por otra parte completamente normal si se tiene en cuenta que también desde los primeros momentos todos los expertos tenían claro que tenían ante sí una crisis sin precedentes en España.