Sectores del PP ven excesivo el peso del «aznarismo» en la renovación del partido

Esta crítica interna se produce en varios frentes, dentro de la estructura orgánica actual del partido, pero también en lo que un día fue el núcleo duro del «sorayismo» . Los perdedores del congreso del PP se han replegado claramente y rehúyen cualquier tipo de protagonismo, pero eso no quita para que comenten entre ellos el rumbo que está tomando su partido y lo analicen con preocupación y sin ahorrar críticas.

El fichaje de Cayetana Álvarez de Toledo como número uno por Barcelona es uno de los movimientos de Casado más arriesgados, y que más recelo ha despertado en varios sectores del PP. Para empezar, la incorporación de Álvarez de Toledo ha sido un torpedo directo contra la portavoz parlamentaria, Dolors Montserrat , quien daba por descontado que sería ella quien encabezara la lista por Barcelona. Su enfrentamiento con Álvarez de Toledo es público y notorio. La cabeza de lista se distanció totalmente del PP en 2015, tras mostrar su disconformidad con las políticas de Rajoy, y al mismo tiempo se aproximó a Ciudadanos. Ahora ha vuelto «a casa» con Pablo Casado, como ella misma dijo en su presentación.

Aznar defendió ayer que Álvarez de Toledo tiene todo el derecho a encabezar la lista del PP por Barcelona pese a no ser catalana. Durante un acto de presentación de la biografía del político Alejandro Lerroux publicada por FAES , recordó que Lerroux fue diputado por Barcelona y aseguró que «se puede ser diputado de Barcelona sin ser de Barcelona como es normal en un país democrático y normalizado», informa Gregoria Caro .

El peso del «aznarismo» se ve en Génova, sobre todo en el gabinete de Casado, con dos figuras clave muy próximas al expresidente del Gobierno: Javier Fernández-Lasquett y, como jefe de gabinete, e Isabel Benjumea , muy crítica también con Rajoy y antigua directora de la Red Floridablanca , que se caracterizó por ser la voz interna más discrepante con el último Gobierno de los populares.

Desde ese gabinete han surgido algunos de los puntos discursivos y programáticos más relevantes que ha presentado Casado en esta precampaña, por encima de los procedimientos habituales dentro del partido. Por ejemplo, buena parte del contenido de la ley de Maternidad tiene su origen en el actual gabinete de Casado. También ahí han apoyado el planteamiento de listas conjuntas con Ciudadanos en el Senado, para aunar fuerzas.

Aunque el tono de precampaña de Casado se ha ido moderando para intentar abrir el espacio electoral del PP , en sus primeros meses como presidente del partido endureció su mensaje para frenar la sangría de votos que se iba hacia Vox. Una inclinación hacia la derecha que ya recibió advertencias internas por parte de algunos barones.

Mientras, en lo que fue el «sorayismo» se observa con escepticismo la renovación que está llevando a cabo Casado en el partido y en las candidaturas. Fuentes del entorno de la exvicepresidenta Sáenz de Santamaría comentan que Casado ha buscado «su blindaje tanto para un Gobierno en coalición como para una travesía del desierto si no hay Gobierno y también, en ese caso, para que nadie exija responsabilidades si es un desastre». «Esto es el aznarismo que vuelve, no es renovación es retrovación», comentan.

En este sector en concreto creen que el auténtico ticket electoral es Casado y Álvarez de Toledo, aunque esta se presente por Barcelona. «Se están escorando demasiado, y va a ser difícil que salgan las cuentas para reflotar al PP», avisan. Estas fuentes se atreven a hacer un pronóstico del resultado electoral de Casado:«Pueden ser 70 u 80 escaños, y eso es mucha debilidad ».