Pedro Sánchez vuelve a presidir el Consejo de Ministros tras 20 días de inactividad

La situación epidemiológica de la Covid-19 ha empeorado en el último mes. El presidente del Gobierno regresa de su descanso en Lanzarote y Doñana, y, al término de la reunión, realizará una «comparecencia institucional» para valorar el preocupante incremento de contagios.

Este año las vacaciones del presidente del Gobierno han sido más largas (16 días) que el verano pasado (10) cuando negociaba los apoyos parlamentarios para evitar otras elecciones generales.

El parón estival del Gobierno frenó en seco el plan sanitario que aprobó la Comisión de Reconstrucción del Congreso en julio, con el objetivo de controlar los rebrotes. Y, a su vez, esa ausencia del mando central ha forzado a las comunidades a asumir el control total de la pandemia en agosto. Lo que no solo provoca la inevitable erosión de los ejecutivos regionales, sino que también genera descoordinación en las normas sanitarias y de prevención entre los diferentes territorios. Una situación que el Partido Popular ya está utilizando para cuestionar la capacidad de gestión de Sánchez.

Como se informó ayer en estas páginas, el 22 de julio fue aprobado el dictamen de Sanidad y Salud Pública del mencionado órgano parlamentario con más de 80 propuestas sobre gobernanza en materia sanitaria, refuerzo de recursos profesionales, impulso en atención primaria y salud pública, investigación en I+D+i, distribución, fomento y acopio de fármacos y vacunas, coordinación de los servicios sanitarios y sociales, políticas farmacéuticas. Pero mientras el Gobierno se reincorpora, se coordina y retoma su hoja de ruta, el paquete de medidas sanitarias permanece congelado.

Un mes después de aprobarse el dictamen, apoyado por el líder de la oposición, Pablo Casado, denuncia que algunas de las recomendaciones que salieron de la Cámara Baja ni siquiera se han puesto en marcha con la sombra de una segunda oleada acechando.

El Gobierno tendrá que hacer frente a importantes retos en los próximos meses y la oposición reprocha que llega al final del verano con deberes sin hacer. Ayer el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, exigió al Ejecutivo de coalición aprobar en el Consejo de Ministros «normas claras» en toda España relativas a la vuelta a las aulas, la prohibición de fumar en la calle o al horario de cierre de los locales. Cada región está aplicando horarios y normativas diferentes. «Hacen falta leyes y normas claras para parar los rebrotes, pero como Sánchez ha sido el español que más días ha estado de vacaciones este año no le ha dado tiempo», expresó Maroto con sarcasmo.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, que formó parte del mando único en los meses más duros de la pandemia, fue quien respondió ayer a los ataques del PP. En una entrevista en Cadena Ser, recogida por Servimedia, Robles censuró la actitud de los populares por «no haber estado a la altura de las circunstancias». A su juicio, la posición que mantuvieron en las prórrogas del estado de alarma «anteponía los intereses partidistas a los intereses de Estado».

La titular de Defensa advirtió a los dirigentes del PP que «en política no vale todo» y reclamó «coherencia» porque, según explicó, no entiende por qué cuando el Gobierno declaró el estado de alarma les acusaron de «sustraer» competencias autonómicas y ahora que la gestión está en manos de las comunidades les critican por «no hacer lo que tienen que hacer». Robles también lamentó que el líder de la oposición «quiera hacer política para desgastar al Gobierno con la pandemia». Como ejemplo, recordó las «duras» sesiones en el Parlamento con «acusaciones injustificables» donde «cualquier cosa valía para hacer oposición».

Por el momento, en La Moncloa alejan la posibilidad de volver a declarar el estado de alarma, pero si fuera preciso no lo descartan . Tampoco ven necesario «reformas legales para establecer un mecanismo alternativo» que dote a los Ejecutivos autonómicos de más instrumentos para evitar los contagios, a pesar de haberse comprometido a ello con Ciudadanos para lograr su apoyo en las últimas prórrogas. Por su parte, el líder del PP también pidió modificar la legislación actual. Propuesta también rechazada por el Gobierno.

Otro de los retos más complicados del Gobierno será cómo afrontar el inicio del curso escolar con el progresivo aumento de contagios en todo el país. En la última conferencia de presidentes, el 31 de julio en La Rioja, Sánchez se comprometió a abordar el asunto con los líderes autonómicos en un nuevo encuentro antes de que finalizara agosto. Sin embargo, hoy no hay fecha para esa cita y las regiones siguen sin una estrategia común.

También está pendiente la ley urgente de la nueva normalidad para hacer frente a los rebrotes porque el Congreso está cerrado por vacaciones. PP, Cs y Vox pidieron no hacer este año el parón veraniego, pero PSOE y Unidas Podemos se negaron a habilitar agosto y la convalidación del texto podría retrasarse hasta octubre. Por otro lado, el Gobierno anunció que quería presentar los Presupuestos de 2021 en septiembre si conseguía los apoyos suficientes. Se desconoce el estado de las negociaciones.