Sánchez traslada su «profundo rechazo» a las «conductas incívicas» de Don Juan Carlos

A su vez, el presidente del Gobierno ha defendido que «la Casa Real actual ha marcado un antes y un después en la ejemplaridad», y ha asegurado que «el actual Rey tiene todo mi apoyo». En este sentido ha vuelto a insistir es que «no se está juzgando a instituciones».

Eso sí, respecto a su capacidad de acogerse a las regularizaciones fiscales, Sánchez ha negado que Don Juan Carlos esté recibiendo trato de favor- «en absoluto»- Y en este sentido ha pedido «no cuestionar la autonomía y profesionalidad de la Agencia Tributaria», cuando ha sido preguntado por los motivos por los que Hacienda no ha abierto una inspección a Don Juan Carlos.

Sánchez ha defendido la necesidad de «reparar» esas conductas a través de las regularizaciones fiscales, destacando que entra dentro de «los derechos de todos los contribuyentes». Otra cosa, ha dicho, es «el reproche de la mayoría social» que ha dicho compartir.

Sobre lo que ha evitado manifestarse Pedro Sánchez es respecto a si el Gobierno prefiere que Don Juan Carlos siga fuera de España, que su socio de coalición considera una «huida de la Justicia», o si el Ejecutivo defiende que debe volver a España. El presidente se ha referido a ello como «decisiones personales» en las que no entro.

El presidente del Gobierno persiste en su estrategia de diferencia la figura de Don Juan Carlos de la de Felipe VI. Y diferenciar la situación en torno al padre del Rey de un cuestionamiento de la institución monárquica que en el PSOE, partido republicano de convicción, interpretan que solo contribuiría al deterioro institucional y como elemento polarizador en la crisis territorial. Los socialistas no apoyan la monarquía por convicción, sino por practicidad. Y eso pese a que sus bases electorales y sus cuadros políticos son las más divididas al respecto.