Sánchez se queda fuera de otra llamada de Biden con sus aliados europeos

Según la Casa Blanca, los líderes discutirán «su respuesta coordinada a la guerra injustificada y sin provocación de Rusia contra Ucrania». El encuentro servirá también de preparación a la cumbre extraordinaria que celebra la OTAN este jueves en Bruselas, a donde acudirá Biden. El presidente de EE.UU. viajará a Polonia al día siguiente.

Biden ha intensificado los contactos diplomáticos con sus socios europeos desde comienzos del año, ante la acumulación de tropas rusas en las regiones fronterizas con Ucrania. Todavía más tras la agresión rusa y durante las casi cuatro semanas que ya dura la guerra, que ha provocado una crisis humanitaria masiva en Europa.

El Gobierno de Pedro Sánchez se ha quedado de forma habitual fuera de los contactos al más alto nivel . Ocurrió a finales de enero en una reunión telemática en la que participaron los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Polonia, además de la Unión Europea y de la OTAN. En febrero, pocos días antes de la invasión, Biden mantuvo una reunión similar, con los mismos invitados, además de Rumanía, país de la OTAN que tiene frontera con Ucrania.

Hasta ahora, el Gobierno ha minimizado la importancia de esas ausencias. En la de enero, por ejemplo, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, aseguraba que en el Gobierno «nos sentimos representados» porque entre los interlocutores estaban la Unión Europea, la OTAN o la OSCE, organizaciones a las que España pertenece.

Pero Biden también ha tenido encuentros en los que ha tenido interlocución directa solo con los líderes de los países. Por ejemplo, el pasado 7 de marzo, en una videoconferencia en la que participaron Macron, Scholz y Johnson .

En el encuentro de este lunes, con el mismo formato en el que no están los representantes de la UE ni de la OTAN , sí tendrá presencia Italia, un país de peso económico y demográfico comparable al de España, pero que ha ganado un lugar superior al de España en las relaciones trasatlánticas.

Al contrario, la relación entre el Gobierno de Sánchez y la Administración Bide n no ha sido la más fluida . Sánchez fue uno de los últimos líderes internacionales a los que Biden llamó por teléfono tras su llegada a la Casa Blanca el pasado enero, a diferencia de lo ocurrido con anteriores presidentes en Washington y en Madrid.

El célebre paseo de Sánchez junto a Biden en los márgenes de la cumbre de la OTAN del pasado junio fue la representación de la frialdad diplomática del presidente estadounidense hacia su homólogo español . No contribuyó a mejorar la relación la negativa del Ejecutivo de Sánchez, en coalición con Unidas Podemos, a firmar los comunicados de condena a las dictaduras cubana y venezolana promovidos por EE.UU. y que supuso la condena firme de pesos pesados en el Congreso de EE.UU. Fue el caso del senador demócrata Bob Menéndez, presidente del comité de Exteriores de la Cámara Alta, que acusó a Sánchez de «estar fuera de la democracia» por su política en Hispanoamérica.

España también se quedó fuera de una conferencia sobre ciberseguridad organizada por el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. el pasado octubre, y en la que citaron a treinta países socios de la primera potencia mundial para coordinar los esfuerzos frente a esa amenaza.

La ausencia de España en los contactos al más alto nivel se produce en medio de desavenencias entre los socios del Gobierno sobre la respuesta ante la agresión rusa a Ucrania, con varios ministros de Unidas Podemos opuestos al envío de armas concertado por EE.UU. y por sus socios europeos.

La falta de presencia de España se produce también a pesar de que Madrid será la sede de la cumbre de la OTAN el próximo junio y de la importancia que ha cobrado ante la crisis en Europa del Este.