Sánchez llama a Casado y vuelve a rechazar las tres condiciones del PP para renovar el Poder Judicial

La conversación entre Sánchez y Casado ha durado unos 45 minutos. La última vez que hablaron fue el 24 de octubre, antes de que Sánchez decretara el estado de alarma por seis meses. El líder del PP quedó en volver a llamarle para explicarle la posición de su partido. Lo hizo el 26 de octubre, pero Sánchez no atendió su llamada y desde entonces la comunicación ha sido inexistente.

En la charla, Casado ha transmitido a Sánchez que los fondos europeos deben ser gestionados de forma profesional e independiente.

Además, el presidente del PP ha recordado la necesidad de alcanzar un pacto sanitario ante la situación de la pandemia que sufre España. También le ha transmitido su preocupación por los ataques a la Corona y el blanqueamiento de Bildu e independentistas que se está produciendo desde dentro del Gobierno de España.

Fuentes gubernamentales resaltan que el objeto de la llamada ha intentado ir más allá de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, intentando trasladar ese eventual entendimiento al desbloqueo de varios de los principales órganos constitucionales. Según informan desde La Moncloa, el presidente Sánchez ha transmitido al líder de la oposición que «está dispuesto a llegar a acuerdos de país con su formación», y en este punto le ha instado a renovar organismos como el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y el Consejo de Administración de RTVE.

Obviando que fue Casado el que se puso en contacto con Sánchez hace cinco semanas, desde el Gobierno subrayan que «la conversación no ha permitido avances y sólo ha servido para comprobar que la posición de bloqueo del PP sigue siendo la misma». Una falta de acuerdo que no ha impedido que la conversación haya sido larga.

Fuentes del PP ya advirtieron ayer que, con todos los problemas que tiene España, querer hablar exclusivamente de renovar el Poder Judicial es un «escándalo». Casado mantiene intactas sus tres condiciones para proceder a renovar el Consejo General del Poder Judicial: la despolitización de la Justicia, dejar a Podemos fuera de cualquier acuerdo y retirar la «ley de la patada en la puerta judicial» del Gobierno. Casado tenía previsto responder a Sánchez con la mano tendida para dialogar sobre un total de 13 pactos de Estado, que el presidente del PP viene poniendo encima de la mesa desde el principio de legislatura.

Desde el Gobierno no consideran aceptables esas exigencias como condición para plantear una negociación que, según el Ejecutivo, había quedado ya encarrilada en verano. En el Gobierno hoy han vuelto a incrementar la presión sobre el PP. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo , no quiso establecer este martes unos límites temporales concretos para sellar el pacto. Pero sí ha advertido a la formación de Pablo Casado de que «están agotando todos los plazos de gracia y cortesía» que el Gobierno les ha brindado para renovar el CGPJ.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Campo ha apretado al PP: «El Estado no se lo va a permitir, no se lo va a perdonar, porque el constitucionalismo se hace cumpliendo cada día los designios marcados por el constituyente». Tras las críticas recibidas desde Europa, el Gobierno decidió aparcar, pero no retirar, la reforma para rebajar las mayorías en la renovación del órgano. El Gobierno, al menos en su parte socialista, prioriza este pacto con el PP para renovar el órgano. Mientras que Unidas Podemos ha seguido apretando en favor de la reforma.

El ministro de Justicia ha dicho que esa reforma seguirá paralizada durante «un plazo razonable» de tiempo, insistiendo en la necesidad de garantizar la renovación en cumplimiento de la Constitución. Y dejando con ello claro que no se trata de un tiempo infinito. «No puede quedar al socaire de los intereses partidistas», ha criticado Campo, que ha acusado al PP de ser «constitucionalista a tiempo parcial».