Los «Robin Hood» frente a las ONG

Gordillo no es el primero, ni probablemente el último de una lista en la que podemos destacar a otros como Francisco del Moral , veterano atracador de bancos que se ganó también este sobrenombre por repartir el botín entre sus amigos de la cárcel, o Enric Durán , «Robin Bank», acusado de estafar a diversas entidades bancarias con el fin, según pensaba, de denunciar el «depredador sistema capitalista» .

Pero por mucho que estos «solidarios» atracadores se empeñen en pensar que sus actos van encaminados a cumplir un bien social, en España no faltan asociaciones que ya se encargan de llevar a cabo dicha función y cubren las necesidades básicas de manera legal. Cáritas o el Banco de Alimentos son dos ejemplos de una larga lista de organizaciones a las que acudir en busca de ayuda.

De hecho, fue ayer cuando el presidente del Banco de Alimentos , Javier Peña, declaraba a Europa Press que las ayudas recibidas por su organización «deben cumplir los cauces establecidos y la legalidad vigente , pues los asaltos nunca pueden ser el camino normal de un comportamiento ciudadano, porque al final eso lleva a la anarquía».

El funcionamiento de un banco de alimentos se centra, básicamente, en localizar empresas que estén dispuestas a donar los excedentes que, de otro modo, acabarían en la basura. También se aceptan donativos de particulares, se realizan colectas y se establecen sistemas que permitan «recoger lícita y gratuitamente alimentos», según explica la Federación Española de Bancos de Alimentos.