Seis fiscales toman declaración este mes a 84 afectados por los «niños robados» en Madrid

Entonces, el organismo de Cándido Conde-Pumpido ordenó ramificar la investigación a cada una de las fiscalías provinciales. Madrid y Barcelona ( esta última con 36 casos admitidos , 34 derivados de la denuncia de Anadir y dos presentados directamente ante el Ministerio Público en Barcelona) han sentado las bases para iniciar la ronda de declaraciones de los testigos. El pasado viernes, se produjeron las primeras testificaciones en Madrid; en Barcelona declararon los primeros afectados ante la Guardia Civil durante la semana pasada. Con estos testimonios, los fiscales decidirán si el Juzgado pertinente debe profundizar en la causa.

Todos ellos llevan ante los fiscales sus recuerdos, sus emociones y, por descontado, la documentación que alegan que prueba que «algo raro sucedió» después de que diesen a luz en hospitales y clínicas públicos y privados de toda España, entre las décadas de los 40 hasta bien entrados los 90. En el caso de Marisol Hernández, que dio a luz gemelos de los que solo ha podido convivir con el benjamín de ellos, Alberto Cuerva , aportará los impresos médicos donde queda constancia de ciertas negligencias: copias corregidas con tipp-ex, lugar inexistente de entierro del bebé, no hay cuerpo ni registro del cadáver en el depósito, diagnósticos ambiguos de la supuesta muerte de uno de los bebés (por «insuficiencia placentaria», o por «sufrimiento fetal en la cesárea de los fetos gemelos», según escritos oficiales diferentes fechados el 5 de julio de 1989 o el 9 de agosto del mismo año).

Como publicó ABC , la familia ha recabado ecografías y pruebas médicas donde se reflejaba, unas veces, que la placenta era «normal, monoamniótica», es decir, una sola bolsa para los fetos gemelos (firma el ginecólogo encargado en un impreso de mayo de 1989), mientras que posteriormente el documento microfilmado del Servicio de Obstetricia del Gregorio Marañón sella que la placenta era «bioamniótica» (dos bolsas)... Un dato erróneo que a opinión de expertos consultados en la actualidad es «imperdonable e inexplicable».

Con todas esas pruebas, ya acudieron ante el Juzgado de Instrucción correspondiente de Alcalá de Henares. Archivó el caso . Tampoco vio indicios de delito alguno en los responsables del centro médico, el ginecólogo o la matrona la Audiencia Provincial de Madrid en segunda instancia. Pero la familia Cuerva Hernández ha confiado por tercera vez en la denuncia colectiva interpuesta por Anadir. El hijo de Marisol, Alberto, se reconoce «nervioso» ante esta tercera testificación de su madre. Ella no las tenía todas consigo , de todos modos, puesto que el pasado 1 de marzo acudió a la rueda de prensa que ofreció Anadir con el objeto de informar sobre el transcurso de la investigación y el aluvión de solicitudes recibidas con la única intención de hablar con el letrado de la asociación, Enrique J. Vila Torres . A las puertas del Centro de la Mujer de Getafe, donde tuvo lugar el acto, la encontramos intentando encontrar respuestas de boca del especialista abogado .

«No me han llamado todavía y no sé si mi caso está entre los 84 admitidos en la Fiscalía de Madrid», nos confesaba ese día esta «madre coraje» que no ha dejado ni un solo día de buscar al que sería (o es) su tercer hijo. Enrique Vila llamaba a la calma de las progenitoras cuya esperanza ya languidecía: «La investigación sigue su curso. No os preocupéis, llamarán a todos aquellos casos admitidos, porque se vean visos de delito. Estamos muy satisfechos de que el fiscal general haya ordenado investigar cada caso "de modo individualizado" a través de los organismos provinciales». El abogado pedía tiempo. Marisol esperó y hace unos días recibió, excitada y emocionada a la par, la citación para declarar.

Según fuentes de la Fiscalía, no todos los casos tendrán «un paso siguiente», y es altamente probable que algunos de ellos tengan que ser archivados por falta de datos y pruebas. Las mismas fuentes señalan que tanto en Madrid como en Barcelona no sólo se llama a las madres que denuncian el robo de uno de sus recién nacidos o que sospechan que el fallecimiento de su bebé se falsificó para entregarlo a otras familias, sino que también están testificando algunos de estos niños, ahora adultos, que creen que pudieron ser apropiados indebidamente y vendidos.