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Un relator de la ONU califica a los catalanes como «minoría»

Acusa a España de encausar a los líderes del «procés» por su ideología

El expresidente autonómico catalán fugado Carles Puigdemont Efe

Juan Pablo Cardenal

El relator especial de la ONU sobre cuestiones de las minorías, Fernand de Varennes , manifiesta en un informe su «seria preocupación» por el procesamiento y las condenas a los líderes independentistas que promovieron el «procés» , a quienes el relator considera «figuras políticas y manifestantes pertenecientes a la minoría catalana ». En sus observaciones, incluidas en un informe sobre la situación de las minorías en España que se presentará hoy en Ginebra en el seno del Consejo de Derechos Humanos , De Varennes suscribe las críticas vertidas contra España por otros actores de la ONU que también consideran que los hechos que llevaron a los líderes del «procés» al banquillo fueron actos «no violentos de disidencia política de una minoría».

El relator de minorías, de origen canadiense, incide en su informe que «las 12 personas condenadas a largas penas de prisión en conexión con el referéndum de octubre de 2017 son miembros de la minoría catalana», dando a entender que los catalanes son una comunidad distinta del resto de españoles. Para apuntalar su acusación, De Varennes se apoya, por un lado, en el comunicado hecho público en abril de 2018 por el relator especial para la protección de la libertad de expresión, David Kaye, que instaba a las autoridades españolas a no acusar de rebelión a los encausados. Y, por otro, en la opinión emitida por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria (GTDA), que cuestionaba la legalidad del encarcelamiento de Oriol Junqueras y los dos Jordis. Dicha opinión, totalmente tergiversada e impulsada por el abogado Ben Emmerson por encargo de Òmnium Cultural , indujo a Josep Borrell a mandar una dura carta a Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

De Varennes hace suya la opinión del GTDA de que los cargos delictivos presentados contra ellos fueron «para intimidarlos por sus opiniones políticas». El relator recuerda al Gobierno español su «obligación legal de proteger los derechos humanos de las minorías, incluida la minoría catalana», relata el informe, ya que considera que la actuación del Estado «surgió de la expresión de las opiniones de la minoría catalana en relación con su participación y estatus en el sistema político de España». Asimismo, De Varennes denuncia un «progresivo incremento de un discurso de odio , de denigración, de vandalismo, de amenazas físicas e incluso de asaltos contra miembros de la minoría catalana» como consecuencia de la situación política. El relator apunta que tuvo conocimiento de estos supuestos ataques contra los catalanes a través de sus fuentes en Cataluña , aunque reconoce que no ha podido confirmar su veracidad.

En las duras alegaciones presentadas por la diplomacia española, España «lamenta la falta de rigor en la elaboración del informe», al entender que contiene «apreciaciones subjetivas o afirmaciones no apoyadas con datos, informaciones contrastadas o argumentos». Cuestiona, asimismo, en relación con la acusación de que los líderes independentistas fueron encausados por su ideología o procedencia, que el relator «se atreva a insinuar, sin aportar ninguna prueba, que la pertenencia a una supuesta minoría catalana o, en todo caso, la procedencia catalana de los condenados ha tenido alguna influencia en la sentencia del Tribunal Supremo » por el «procés».

Y continúa en sus alegaciones: «No se consigna ningún dato, información o argumento que permita apoyar esa «sospecha». Todo lo contrario. El relator se ve incluso obligado a tergiversar las declaraciones de otros procedimientos especiales para dar cierta verosimilitud a la tesis que sugiere». La alegación se refiere a que De Varennes menciona en su informe la referencia en el comunicado del relator David Kaye a la «minoría catalana», cosa que es falsa. Según la diplomacia española, el relator introdujo ese elemento para forzar la inclusión del «procés» en el marco de su mandato, porque de no considerar a los catalanes como una «minoría» no habría podido incluir ninguna observación sobre el «procés» en su informe al quedar fuera de su mandato.

Para hacerlo, De Varennes propone en su informe un concepto de minoría basado en una cuestión meramente numérica, es decir, considera que un grupo de personas que comparte etnia, religión o lengua y que representa menos de la mitad de la población de un Estado es una minoría, lo que le permite presentar a los catalanes como minoría y entrar de paso a juzgar el papel del Estado en el «procés». Un concepto, el de minorías que no sólo ha sido objeto de controversia desde la fundación de la ONU, sino que «no es aceptable para España» por su «extrema simpleza» que «prescinde a absolutamente del contexto, incluida la historia».

* Juan Pablo Cardenal es autor del libro «La Telaraña: la trama exterior del procés» (Ariel, 2020).

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