La Reina se lleva 40 libros y consigue pagar algunos

Al final, después de un hora y tres cuartos de visita, Doña Letizia se ha llevado a La Zarzuela unos cuarenta libros, entre comprados y regalados. En algunas casetas no le han dejado pagar y los ha aceptado como obsequio . La Reina iba pasando a su ayudante de campo los ejemplares recibidos y éste se los pasaba a su vez a otro asistente, que los iba almacenando, mientras dos jóvenes portaban un montón de bolsas vacías a disposición de Doña Letizia .

Durante la visita la Reina ha estado acompañada por el ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo , que también compró algunos ejemplares en la Feria del Libro e incluso hizo alguna recomendación a Doña Letizia. Al principio de la visita también estaba la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, pero al poco tiempo se ha despedido de la Reina y ha abandonado el Retiro, sin que haya trascendido la razón.

Entre caseta y caseta, decenas de niños, adolescentes y adultos aguardaban para ver a la Reina, que recibió varios elogios durante el recorrido . «¡Me ha dado la mano!» , pregonaba un niño mientras que otro lamentaba que Doña Letizia no le hubiera querido firmar un autógrafo «porque todo el mundo quiere». Pero en otros momentos del recorrido, con grupos menos numerosos, la Reina sí accedió a firmar libros, fotos, papeles y abanicos. « Es muy maja. A mí me encanta» , comentaba una señora. «Es encantadora, de verdad», decía otra. «Lo está haciendo fenomenal la chica» , añadía una tercera.

La anécdota se produjo cuando una señora mayor le pidió que se hiciera una foto con ella. Doña Letizia accedió, pero cuando estaba posando con ella, se dio cuenta de que la señora no tenía cámara ni telefono con cámara, por lo que la Reina pidió un voluntario . «Pues nada, ¿alguien nos hace una foto?» , preguntó al público, y en seguida aparecieron voluntarios dispuestos a tomar la imagen y a envíarsela después a la señora.

Entre foto y foto, Doña Letizia ojeaba los libros de las casetas y compraba, cuando la permitían pagar. En una de ellas, Trotta editorial, compró « Migajas filosóficas », de Soren Kierkegaard , y « Poesía completa », de Friedrich Nietzsche . Por ambos volúmenes pagó 35 euros con un billete de 50.

En otra caseta, la de la librería Tipos Infames, compró «Alfabeto» de Inger Christensen; «El presentimiento», de Emmanuel Bove, y «Desde la oficina», de Robert Walser. También adquirió «SPQR», de Mary Beard, la última premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales. Además, se llevó « La tierra que pisamos », de Jesús Carrasco, por recomendación insistente de Íñigo Méndez de Vigo.

Entre los muchísimos libros cervantinos que recibió se encontraba un Quijote para niños con ilustraciones de Mingote , que le regaló Planeta. También se llevó libros de salud, cocina y nutrición, cómics, novelas históricas y libros infantiles.