El referéndum es una «grave amenaza» para la democracia, según miembros del ECFR

«El proceso político unilateral hasta el momento ha contravenido cada marco jurídico aplicable -de las reglas parlamentarias del propio Estatuto de Autonomía de Cataluña o de la Comisión de Venecia-», estableciendo, en opinión de los firmantes, un voto forzado a través del Parlamento catalán por el bloque pro-independencia, que tiene una mayoría de escaños en dicha institución a pesar de no ganar en mayoría de votos en las últimas elecciones autonómicas.

De este modo, dice el comunicado, se violan los derechos de los partidos de la oposición «que no van a participar en el referéndum», además de no existir un censo reconocido ni una Junta Electoral, y sin la intervención de ningún organismo imparcial como la OSCE o el Consejo de Europa.

Es una obviedad que « el referéndum viola la Constitución española de 1978 , que proclama que la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto, al tiempo que reconoce el derecho a la autonomía significativa de sus nacionalidades y regiones constituyentes y la solidaridad entre ellas», añade el texto.

«Este principio ha sido recientemente confirmado por el Tribunal Constitucional español, que aboga porque el referéndum anunciado sea suspendido » mientras que la decisión del gobierno catalán de seguir adelante «priva de este modo a más de 45 millones de españoles de su derecho democrático a decidir sobre el futuro de su propio país».

Los firmantes afirman que «esto por lo tanto no es un referéndum propiamente dicho, sino un plebiscito de una decisión impuesta al resto del cuerpo democrático en Cataluña y España en su conjunto».

«Es una violación grave de las garantías democráticas» , dice el texto y «los proyectos de planes para una República independiente catalana, por otra parte, que ya están sobre la mesa, no cumplen con los umbrales del Consejo de Europa para las democracias pluralistas, la separación de poderes, el estado de derecho y la igualdad de derechos».

Añade el comunicado que « el gobierno catalán no ha presentado ninguna propuesta de reforma constitucional ni presentado sus propuestas dentro de las instituciones establecidas de España, una democracia y, de facto, un estado federal» por lo que opinan que «ninguna democracia podría aceptar saltar de forma unilateral sobre su sistema constitucional».

Sobre esta base los firmantes reclaman que Europa no debe aceptar la ruptura unilateral de una de las regiones de sus Estados miembros.

«La integración europea fue diseñada precisamente para superar la división y el trauma de la política nacionalista, de identidad» y «en un momento en que la unión ya está en serio peligro , corre el riesgo en esta crisis de agravar el espectro de fragmentación europea, mientras que también proporciona una oportunidad para que las fuerzas externas, incluyendo actores vinculados a Rusia, puedan desestabilizar la democracia», denuncian.

Asimismo consideran los firmantes que «s e está dividiendo a Cataluña y polarizando a toda España, poniendo en peligro su estabilidad democrática y la recuperación económica».

«Mientras que la mayoría de catalanes quieren algún tipo de referéndum y muchos quieren la independencia (en torno al 40%, según la mayoría de las encuestas), hay muchos otros que ven como una tragedia convertirse repentinamente en extranjeros en su propio país. Quieren seguir siendo ciudadanos españoles y de la UE. España y Cataluña están profundamente entrelazados, conformando un país diverso», sigue el texto.

Los firmantes instan al gobierno catalán a detener su curso hacia la independencia política unilateral y de la escalada de su retórica divisoria y hacen un llamamiento para el diálogo político muy necesario entre el gobierno español y el catalán en el marco de nuestras normas constitucionales, las instituciones y los principios.

Opinan que este diálogo político podría incluir también negociaciones con miras a la reforma constitucional y más autogobierno para Cataluña, «para ser sometidas a votación en Cataluña y España en su conjunto».

La crisis actual es una grave amenaza para la democracia española. Pero nuestros líderes todavía tienen la oportunidad de aceptar el reto y demostrar la habilidad política necesaria para dar prioridad a los intereses de todos los españoles en su conjunto y de los catalanes en particular, concluyen los autores.