Rajoy en el G-20: del infierno a la cabeza de la UE

El punto de partida de España en los G-20 fue la cumbre de Washington en noviembre de 2008, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, seguida por la cumbre de Londres en abril de 2009 y la Cumbre de Pittsburgh en septiembre del mismo año. Desde entonces se celebraron ocho cumbres más, aparte de la de Hamburgo: Toronto 2010, Seúl 2010, Cannes 2011, Los Cabos 2012, San Petersburgo 2013, Brisbane 2014, Antalya 2015, Hangzhou 2016 y Hamburgo 2017.

El G-20 es un foro informal y flexible, sin un estatuto escrito que rija su constitución y funcionamiento. Son miembros las principales potencias y los países emergentes: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía, el presidente del Consejo Europeo y el presidente de la Comisión Europea. España es invitado permanente , mientras que Alemania, la anfitriona este año, ha invitado para esta cumbre a Guinea, Holanda, Noruega, Senegal, Singapur y Vietnam.

Fue la primera cita de Rajoy en el G-20. Los líderes europeos defendieron, de forma coordinada, la acción para defender el euro, en un momento en el que había serias dudas sobre la unión monetaria. España estaba en el centro de atención, con una prima de riesgo que superó los 600 puntos ese año, y colocó al país al borde de la quiebra y el rescate.

Se celebró en un momento de mejora generalizada de la situación económica mundial, aunque persistían los riesgos y la tensiones, y la recuperación era aún muy débil. España parecía haber superado sus horas más críticas, pero la recuperación parecía aún lejana. Para España, esta cumbre supuso la consolidación de su estatus especial como invitado permanente.

Fue un punto de inflexión claro en el protagonismo de España. El presidente del G-20 agradeció a Rajoy «el buen ejemplo de España en el mundo». «España tiene una gran historia que contar al mundo por el éxito de sus reformas», aseguró el presidente australiano. La economía española empezaba a dar un giro de 180 grados. Rajoy fue invitado a intervenir en la primera sesión de la cumbre, centrada en la economía global, y aprovechó para explicar sus reformas.

En el G-20 de Turquía, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, resumió en una frase el cambio que estaba experimentando España: «¡Cómo han cambiado las cosas en su país!», le dijo a Rajoy. En esta cumbre se habló de desarrollo, cambio climático y estrategias de crecimiento. Pero también se puso sobra la mesa el terrorismo, la crisis migratoria y de refugiados y la lucha contra la corrupción. La agenda del G-20 se fue abriendo, según quedaba atrás los peor de la crisis financiera.

Rajoy fue invitado a explicar el crecimiento económico de España en los últimos años. El Gobierno consideró esta invitación como un reconocimiento a la recuperación económica de España tras la dura crisis sufrida. El presidente aprovechó su intervención para de que los populismos son los grandes enemigos de las reformas estructurales y el progreso y, en consecuencia, del crecimiento económico. Esta cumbre se celebró en septiembre, justo después de la primera investidura fallida de Rajoy, en pleno bloqueo político en España.

Es la sexta participación de Rajoy en el G-20. El presidente ha viajado a Hamburgo con una reciente revisión al alza del crecimiento previsto para este año, hasta el 3 por ciento. Es el tercer año consecutivo que España crecerá al 3 o más, lo que le sitúa claramente a la cabeza del crecimiento entre las potencias europeos. Este sábado, Rajoy hablará como ponente principal en la sesión de inmigración y expondrá la experiencia española.