Puigdemont rompe todos los puentes y se decanta por la DUI este viernes

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Cuando ayer por la mañana se especuló con la posibilidad de que Puigdemont compareciese esta tarde ante el Senado pareció que se abría una posible salida, un espejismo que apenas duró una hora. Arguyendo que el Gobierno ya ha decidido la aplicación en Cataluña del artículo 155 de la Constitución , desde la Generalitat se apuntó que no hay punto de encuentro posible. «No perdamos el tiempo con aquellos que ya han decidido arrasar el autogobierno de Cataluña. ¡Seguimos! #catalanrepublic», zanjó Puigdemont por la tarde a través de las redes sociales, anticipando los peores presagios tras reunir de manera «informal» a su gobierno.

Mientras Carles Puigdemont reunía a sus consejeros por la tarde, en la plaza de Sant Jaume cerca de dos mil personas presionaban para que se proclamase la república. «El pueblo manda, el Govern obedece», se jactaba la CUP. Según el calendario, y tras descartarse la comparecencia en el Senado, el Pleno del Parlament comenzará esta tarde a las 17 horas con el debate, para proseguir mañana por la mañana con las votaciones.

Fuentes del PDECat añadían ayer a este diario que las alternativas no son muchas , y que aunque la posición parece fijada, Puigdemont y su Govern, como ya sucedió con el pleno del día 10 de este mes -DUI, y suspensión inmediata de la misma-, no son impermeables a las presiones que desde todos los ámbitos, también desde dentro del PDECat, llegan a Palau para que se frene una decisión irreparable.

En este contexto, si hace dos días parecía que la opción de convocar elecciones, con pátina de «constituyentes» pero legalmente autonómicas, parecía que sería una salida, la coartada ahora para dar el paso hacia la ruptura total es la postura del Gobierno, que exige una rectificación completa , apuntan fuentes políticas. Aunque la DUI se da por descontada, las especulaciones sobre su formato se sucedían, desde quienes apuntaban a una votación formal mañana en el pleno, a quienes especulaban con una proclamación fuera del hemiciclo. De ser así, incluso la posibilidad de una inmediata convocatoria electoral no impediría la aplicación inmediata de las medidas del 155.

El cese del gobierno catalán se publicaría el sábado en el BOE: la posibilidad de un encierro de los consejeros y de Puigdemont para forzar un desalojo no estaba ayer sobre la mesa ante el temor que ello condujese a situaciones descontroladas, apuntaron fuentes del PDECat. En esta línea, una de las tesis que cobró fuerza a última hora de la noche de ayer era la posibilidad de una dimisión en bloque de todos los consejeros, eso sí, tras la DUI del viernes. El objetivo del independentismo, con este gesto, sería el de evitar el cese oficial por parte del Gobierno. Así se entendió el movimiento en algunas consejerías, que se interpretó como de «mudanza».

Eso sí, estas mismas fuentes eran conscientes de la situación. «Lo que vamos a hacer es muy grande. Es normal que a algunos les tiemblen las piernas», señalaron estas fuentes, para justificar los rumores de que algunos consejeros hubieran pensado en dimitir. Nada de eso. De hecho, la dirección del grupo de Junts pel Sí se sumó a la reunión «informal» de ayer en el Palau para apoyar la decisión: el viernes, DUI. Cataluña entra, así, en una fase desconocida hasta la fecha, desde la restauración de la democracia en 1978.