ETA pretendía volar la estación de Chamartín con un «tren bomba» y provocar una masacre
MADRID. ETA, un año más en Navidad, planeaba una matanza. Entre las cuatro y las siete de la tarde del día de Nochebuena, los terroristas tenían previsto que hicieran explosión cuatro bombas: dos en la estación de Chamartín, de Madrid, que estaban en el interior ... de sendas maletas cargadas con un total de 50 kilos de dinamita titadine; una fiambrera colocada en la línea férrea Zaragoza-Alsasua (en el término municipal zaragozano de Luceni) y una cuarta en la vía de ferrocarril Zaragoza-Barcelona, en el municipio de Alcañiz. Esta última aún no ha sido localizada.
Estos planes de los etarras fueron abortados por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que detuvieron el día 24 en San Sebastián a los dos terroristas que los iban a llevar a cabo. Los arrestados son Gorka Loran Lafourcade y Garikoitz Arruarte Santacruz, miembros «legales» del «comando Donosti».
Según fuentes de la investigación, el atentado que los etarras iban a cometer en la estación de Chamartín tenía un doble objetivo: las personas que a las cuatro de la tarde se encontraban en la estación y los especialistas en desactivación de explosivos, ya que se cree que una de las dos bombas estaba preparada para que explosionara cuando los Tedax estuvieran trabajando. Pero la fortuna y las investigaciones que venía realizando la Policía frustraron los planes de los etarras. Así, sobre las ocho de la mañana del día 24 fue detenido en el aparcamiento de la estación de ferrocarril de San Sebastián Garikoitz Arruerta Santacruz, quien portaba una maleta con 25 kilos de titadine y dos metros de cordón detonante para reforzar el explosivo, así como temporizadores, una pistola y una peluca. También se le ocupó un billete para el Intercity que había salido de Irún a las ocho y cuarto de la mañana, llegaba a San Sebastián un cuarto de hora después y arribaba a Madrid a las tres y doce minutos de la tarde. El terrorista planeaba dejar la maleta con la bomba en ese tren para que estallara en Chamartín a las cuatro menos cinco.
Garikoitz Arruarte había llegado a la estación de San Sebastián en un coche y su presencia puso en situación de alerta a agentes del servicio de Información de la Policía. El segundo terrorista, Gorka Loran Lafourcade, se había desplazado desde Hernani, donde los dos miembros «legales» tenían un piso franco, hasta la estación de San Sebastián en un autobús. Después de salir de esta instalación, los policías siguieron sus movimientos que acabaron en la vivienda de Hernani. Allí, los policías procedieron a capturarle.
El arresto de Gorka Loran permitió conocer que él sí había conseguido introducir una segunda maleta con unos veinte kilos de titadine en el Intercity que salió de San Sebastián a primera hora de la mañana y que tenía prevista su llegada a la capital madrileña a las 15:12 horas. Al tenerse conocimiento de este hecho, la Policía trabajó contrarreloj hasta que el tren llegó a Burgos sobre las once y media de la mañana. Las casi doscientas personas que viajaban fueron desalojadas y la maleta-bomba que Loren había conseguido colocar en una zona de equipaje situada entre vagones fue fácil de hallar, ya que los pasajeros descendieron con sus maletas y sólo quedó la que contenía el explosivo. Los especialistas en desactivación, ante el temor de que tuvieran alguna trampa, procedieron a su neutralización.
Fuentes de la investigación consideran que mientras que la bomba hallada en poder de Arruarte estaba programada para que estallara a las 15.55 horas del día 24, la que Loren había logrado introducir en el tren podría haber explosionado minutos más tarde, ya que se cree que este segundo artefacto iba dirigido contra los desactivadores de explosivos.
Fallo en el temporizador
Pero los dos terroristas querían que el terror se prolongara. Así, tenían previsto que a las seis de la tarde del día de Nochebuena estallara una fiambrera-bomba que habían colocado en la línea férrea Zaragoza-Alsasua, en el término municipal de Luceni. En esta ocasión, los etarras tampoco consiguieron su objetivo debido a que el artefacto estalló, causando escasos daños materiales, a las 9.20 horas del día anterior por un fallo en la programación del temporizador. En el piso franco que Gorka Loran y Garikoitz Arruarte tenían en Hernani, la Policía halló una cinta magnetofónica con el aviso que pensaban dar sobre la colocación de esta bomba. Por ello se sabe que el artefacto estaba previsto que estallara dos horas después de los artefactos de la estación de Chamartín. En los interrogatorios, los dos etarras revelaron que habían colocado una segunda fiambrera-bomba en la línea férrea Zaragoza-Barcelona, en el término municipal de Alcañiz. Los trabajos de búsqueda de este artefacto se suspendieron a primera hora de la noche de ayer.
El ministro del Interior, Ángel Acebes, calificó de «macabra» la campaña de atentados que ETA pensaba llevar a cabo el día de Nochebuena. Destacó la dificultad de esta importante operación policial, toda vez que los miembros del «comando» eran personas no fichadas por las Fuerzas de Seguridad Por ello, quiso trasmitir, en nombre del Gobierno y de todos los españoles, la felicitación a los agentes, a la vez que resaltó «la profesionalidad de los policías, muchos de los cuales pasan la Navidad trabajando en el País Vasco para evitar atentados».
El titular de Interior indicó que gracias a la eficacia policial y la cooperación internacional, entre otros factores, «estamos asistiendo a un retroceso de ETA», pero subrayó que «la banda tiene capacidad para cometer atentados, la única forma que tiene de hacerse presente».
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