El presunto asesino de las policías es un violador reincidente con permiso carcelario
Pedro Giménez García, en segundo grado, no regresó a la cárcel de Can Brians ayer tras un permiso de 3 días. Su número de móvil estaba en casa de las agentes
BARCELONA. Las vejaciones, abusos sexuales y torturas que sufrieron las dos policías en prácticas -Silvia Nogaledo y Aurora Rodríguez, de 28 y 23 años, respectivamente, ambas naturales de León- antes de ser asesinadas a navajazos y, posteriormente, quemadas son obra, según todos los indicios, de ... un violador con numerosos antecedentes policiales, según informaron ayer fuentes de la investigación del doble crimen cometido en el piso de las dos agentes, en el número 48 de la Rambla de Marina del barrio de Bellvitge de Hospitalet de Llobregat.
Las mismas fuentes explicaron que el presunto autor -Pedro Giménez García, un recluso en segundo grado que tenía permiso de tres días en la cárcel de Can Brians- había sido condenado a 17 años de cárcel por una brutal violación en 1989, aunque en aquella ocasión su víctima -que también fue vejada- no llegó a perder la vida. Por si esto fuera poco, en 1992 -aprovechando un permiso de 6 días-, Pedro Giménez violó a otra mujer. Por este último delito volvió a ser condenado.
El sospechoso es un hombre corpulento, vecino de El Prat de Llobregat, una localidad barcelonesa próxima al barrio de Bellvitge de Hospitalet donde vivían las agentes. Ayer tenía que haber regresado, a las seis de la tarde, a la cárcel de Can Brians tras «disfrutar» de tres días de un nuevo permiso.
Se le esperaba ayer en Can Brians
Los encargados de la investigación esperaron hasta esa hora para terminar de confirmar sus sospechas, atar todos los cabos sueltos y despejar todas las dudas policiales sobre la posible autoría del brutal doble crimen del barrio de Bellvitge.
La identificación del presunto asesino, subrayó ayer un portavoz de los Mossos d´Equadra que se encargan de la investigación del caso, ha sido posible gracias a la actuación de los Bomberos de la Generalitat que a las 10.00 horas sofocaron el fuego que el agresor había prendido media hora antes en el piso de las dos agentes asesinadas con el fin de borrar las posibles huellas o pruebas que lo pudieran incriminar. No consiguió su objetivo.
Restos biológicos y el móvil
En el escenario del crimen, los agentes de la Policía Científica de los Mossos recogieron algunas pruebas y restos biológicos -cabellos y semen, entre otros- del presunto autor del «truculento» crimen que contribuyeron a desvelar su identidad.
Al parecer, la pista inicial que condujo a los investigadores a su identificación y búsqueda es un papel encontrado en el piso de la jóvenes asesinadas en el que figuraba anotado el número del teléfono móvil del delincuente. Los análisis de ADN del cabello y del semen fueron también cotejados con el archivo policial que, al parecer, confirmaron la identidad y la autoría del macabro asesinato.
Dispositivo para encontrarle
Fuentes policiales mostraron su confianza en poder detenerlo «en las próximas horas», ya que los Mossos y la Policía Nacional han montado un dispositivo especial en los barrios metropolitanos y domicilios de familiares y amigos que habitualmente frecuentaba este peligroso delincuente.
«El cerco policial se está estrechando cada vez más y esperamos que caiga muy pronto», apuntó un portavoz de la Policía catalana. No obstante, subrayó que la detención puede que «no sea tan inmenente» porque las informaciones difundidas ayer por la mañana en radio y otros medios de comunicación sobre la identidad del sospechoso han complicado «enormemente» la operación para capturarlo.
La puerta no estaba forzada
Mientras confían en poder detener en breve al único sospechoso del caso, las investigaciones policiales continúan para intentar esclarecer el tipo de relación que mantenía Aurora Rodríguez y su presunto asesino, Pedro Giménez, ya que todo indica que está le facilitó la entrada a la vivienda porque la puerta de entrada del piso no tenía signos de haber sido forzada.
En la vigilía de su 23 aniversario, la policía en prácticas, destinada en la Comisaría de La Verneda de Barcelona, acabó su jornada laboral por la mañana y, por la tarde, según explicaron los vecinos, la vieron con «un hombre corpulento» que solía acompañarla a su domicilio. Las primeras hipótesis policiales apuntan a que el presunto asesino ya tenía atada a la joven Aurora Rodríguez o bien ya la había matado y vejado sexualmente -tenía un objeto introducido en el ano-, cuando entró a la vivienda su compañera de piso a primera hora de la mañana de ayer.
Sorprendida al llegar a casa
Silvia Nogaledo había trabajado durante el turno de noche en la Comisaría de Castelledels y regreso al domicilio poco antes de las 9.00 horas. Al entrar a la vivienda probablemente fue sorprendida por el agresor que también la ató y vejó antes de acuchillarla varias veces hasta matarla.
Las dos jóvenes presentaban numerosas heridas de arma blanca en el cuerpo y ambas tenían un corte profundo en el cuello que, probablemente, les causó la muerte. Ayer practicaron la autopsia a los dos cadáveres, cuyos resultados no transcendieron, y hoy sus cuerpos podrían ser trasladados a la provincia de León, donde nacieron.
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