El presidente de Bulgaria agradece el apoyo español al ingreso de su país en la UE
SOFÍA. En su primer día de visita oficial a Bulgaria, Sus Majestades los Reyes pudieron apreciar los avances registrados en la última década por este país que, tras cuarenta años de régimen comunista y doce de transición, aspira a ser miembro activo de la Unión Europea en 2007. Un proceso en el que «España está firmemente comprometida», según afirmó anoche Don Juan Carlos, durante la cena de gala ofrecida en su honor por el presidente de esta república, Gueorgui Parvanov, quien a su vez agradeció profundamente el apoyo prestado por nuestro país.
El Rey recordó que «España ha puesto a disposición de Bulgaria su experiencia y conocimiento del proceso de integración» y afirmó que como «sabemos, por nuestra propia experiencia, los países candidatos tienen que realizar profundas transformaciones». Precisamente, para Bulgaria, «España es un ejemplo de transición exitosa hacia la consolidación de la democracia y un modelo de rápido y eficaz desarrollo como parte de la integración europea». «Nuestro deseo -señaló Parvanov- es seguir este mismo camino».
Lo cierto es que Bulgaria está tan ilusionada ante su ingreso en la Unión Europea que, además de las transformaciones políticas, económicas y sociales, ya ha emprendido algunos cambios visibles que le aproximan a su futura condición de Estado miembro. Por ejemplo, los cajeros automáticos y muchas listas de precios informan del valor del dinero en leva -la moneda local- y en euros, y en las nuevas matrículas de los coches, que imitan a la europea con su franja azul, las letras del alfabeto cirílico han sido sustituidas por caracteres occidentales.
La ayuda brindada por España para el ingreso de Bulgaria, tanto en la UE como en la OTAN, también fue destacada por el ministro de Asuntos Exteriores, Solomon Pasi, quien mostró su gratitud durante una rueda de prensa ofrecida junto a la jefa de la diplomacia española, Ana Palacio. La ministra insistió en la necesidad de que el calendario de adhesión previsto, que establece la clausura de las negociaciones en 2004 y el ingreso en 2007, se confirme en el próximo Consejo Europeo de Salónica. Ambos coincidieron en que las relaciones políticas son muy buenas, pero hay que desarrollar más los intercambios económicos. Algo en lo que también hizo incidencia el Rey.
Otra de las cuestiones que destacó Don Juan Carlos fue la colaboración de esta nación en la lucha contra la barbarie terrorista: «En este ámbito, España ha encontrado en Bulgaria el mayor apoyo y la mejor cooperación», dijo. Asimismo, el Rey se refirió al próximo ingreso de esta nación balcánica en la OTAN y al papel de Bulgaria como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Tras recordar la ayuda prestada por Bulgaria a la estabilidad de la región sureste de Europa y su contribución al mantenimiento de la paz, Don Juan Carlos se refirió a Irak: «Las operaciones de estabilización en Irak continúan. En último término, la estabilidad descansa en el desarrollo de instituciones representativas que respondan a las ansias de democracia del pueblo iraquí y en la reconstrucción de su tejido económico y social. En esos ámbitos nuestros dos países trabajan por el futuro de los iraquíes».
Salvas de honor
Por la mañana, los Reyes iniciaron su visita con una ofrenda ante el monumento al soldado desconocido en la plaza de San Aleksandar Nevski, donde fueron recibidos oficialmente por el presidente de Bulgaria y su esposa. Tras oír los himnos nacionales y las 21 salvas de bienvenida, Don Juan Carlos saludó a la Guardia de Honor con la voz de «Esdraveite Boinitsi» (hola soldados). Posteriormente, Sus Majestades se dirigieron a la sede de la Presidencia de la República, donde Don Juan Carlos se reunió con Parvanov, que le transmitió su agradecimiento por la ayuda prestada a Bulgaria en estos momentos decisivos. Después, visitaron la Galería Nacional de Arte Extranjero, donde inauguraron una exposición del escultor español Francisco Leiro antes de recibir a la reducida colonia española que vive en Sofía.
Don Juan Carlos y Doña Sofía almorzaron en el Palacio Vrana, residencia personal, y ahora también oficial, del primer ministro, Simeón de Bulgaria, y su esposa, Doña Margarita. Por la tarde, visitaron el Hospital de Lozenetz, donde inauguraron la Unidad de Angiografía, y se trasladaron a la Asamblea Nacional, cuyo presidente, Orgian Guerdjikov, recibió a Sus Majestades y les presentó a los representantes de todos los grupos parlmentarios.
La visita oficial de los Reyes, que estar tarde viajan a Rumanía, ha sido ampliamente recogida por los medios de comunicación búlgaros, que informan sobre la actividad de Don Juan Carlos y Doña Sofía y de la cena privada que mantuvieron el domingo por la noche, horas después de su llegada, con el primer ministro, Simeón de Bulgaria, y su esposa Doña Margarita, en un hotel de la ciudad.
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