La bajada puntual en el precio de la luz no evitará a priori que agosto se convierta en el mes con la electricidad más cara de la historia. Los combustibles también han acelerado su subida. Pagamos 14 euros más que hace un año por llenar ... el depósito de gasolina. 11 euros más en el caso del diésel. Un encarecimiento energético que repercute en multitud de cosas. En la cesta de la compra se está notando especialmente, sobre todo, en los productos que vienen de fuera. La queja, la de siempre: sube todo, menos los sueldos. Sí subirá para los pensionistas, que verán revalorizadas sus pensiones con el IPC. Ahora está en máximos de cuatro años, para desgracia de las arcas de la Seguridad Social que tendrá que desembolsar unos 2.000 millones.-Redacción-
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