La Policía francesa detiene en Mauleon al presunto etarra Aitor Zubillaga reclamado por terrorismo callejero

El arresto fue efectuado hacia las once de la mañana de ayer por efectivos de la Policía Judicial, que han puesto al arrestado a disposición de la fiscalía de Pau, y se ha producido en virtud de una euro-orden, ya que el presunto terrorista tenía pendientes dos requisitorias en la Audiencia. Zubillaga, de 30 años, podría ser integrante del 'comando' que el año pasado abandonó la Comunidad Valenciana ante la presión policial.

De hecho, fue reconocido como el acompañante de Ander Múgica Andonegui, el etarra que huyó de un taxi en Castellón en julio de 2007 al ver un control de la Guardia Civil. En aquella huida, Múgica se dejó en el coche una fiambrera de color blanco con seis detonadores y dos temporizadores del tipo lapa preparados con ampolla de mercurio. Además, se localizó una una bolsa con cordón detonante y otra bolsa de plástico con un polvo blanco que podría ser pentrita, un explosivo que necesita de poca cantidad para un provocar un efecto devastador.

Según el testimonio del taxista, Zubillaga era el compañero de Múgica y quien le despidió en la estación de Renfe de Castellón cuando subió al taxi destino a Tarragona.

El ahora detenido ya había tenido problemas con la Justicia. En octubre de 2000 fue detenido por la Ertzaintza en Legazpi acusado de formar parte de un grupo organizado dedicado a la violencia callejera. El juez Juan del Olmo, que entonces estaba en la Audiencia Nacional, le envió a prisión por quemar una sede social del PNV y la vivienda y el coche de un concejal del mismo partido, así como por enviar una carta amenazante contra el alcalde de este municipio guipuzcoano, el peneuvista Juan Ramón Larrañaga. Estuvo encarcelado casi un año, hasta que el 22 de junio de 2001 fue puesto en libertad bajo fianza de cinco millones de pesetas. Posteriormente se dio a la fuga para eludir comparecer en el juicio en la Audiencia Nacional.

Ander Múgica, al que se relaciona con el atentado de la T-4 que costó la vida en diciembre de 2006 a dos ciudadanos ecuatorianos, fue detenido en Cahors (Francia) en septiembre de 2007 junto a otros tres presuntos etarras: Luis Ignacio Iruretagoyena, Alaitz Aramendi y Oihan Barandalla. En esa operación se desmanteló el "centro de formación" de ETA. Las Fuerzas de Seguridad del Estado identificaron una de sus huellas entre las recogidas en el coche con más de cien kilos de explosivo que fue abandonado por ETA el 21 de junio de 2007 en la localidad onubense de Ayamonte al detectar la presencia de un control de la Guardia Civil.