La Policía detiene en el País Vasco a un imán por captar yihadistas a través de las redes sociales

Los agentes especializados en la lucha contra el terrorismo yihadista llevaron a cabo tres registros durante más de nueve horas, desde las dos y media de la madrugada , en los que se interveno material electrónico y documentación que será analizada. En la operación, coordinada por la Audiencia Nacional, han participado agentes del GEO, que intervinieron en la detención del imán, de los GOES y de la UIP.

La asociación, constituida en 2017, señala en sus estatutos que su objetivo es «dar a conocer la cultura árabe-islámica y facilitar la integración del colectivo que representa esta cultura» . El principal detenido, antes de ser trasladado a comisaría, mostró su preocupación por quién iba a conducir el rezo en la mezquita, ya que él, dijo, era el único encargado. El local habilitado es un modesto bajo de poco más de 50 metros en el que se reunían a rezar. Todo apunta a que el local también se utilizaba para la captación de adeptos.

La actividad de los imanes radicales es una de las principales fuentes de preocupación de los responsables de la lucha antiterrorista por su capacidad de adoctrinar a fieles en los postulados más extremos de la religión musulmana. Estos líderes religiosos tienen capacidad de aglutinar a muchas personas en torno a ellos y saben detectar a aquellos que están en una situación vital proclive a su radicalización.

El caso de Abdelbaki Es Satty, iman de la célula de Ripoll, autora de los atentados yihadistas en Cataluña es paradigmático, pues fue él quien reclutó a los jóvenes que luego perpetraron el ataque , a los que radicalizó a lo largo de muchos meses. Lo hizo, además, sin que nadie aparentemente se diera cuenta de sus actividades y aprovechando su ascendente sobre ellos.

Desde 2018, España ha expulsado a varios imanes por alentar a la radicalización o predicar valores contrarios a los de una sociedad democrática. Ese primer año fueron cuatro los que tuvieron que abandonar nuestro territorio . Ejercían en Corella (Navarra), Logroño, El Ejido (Almería) y en La Rábita (Granada).

El pasado año se continuó con esa política de expulsar a líderes religiosos extremistas y se dictaron, al menos, cinco órdenes contra otros tantos imanes en diferentes lugares . Así, en enero de 2019 se expulsó a un marrioquí de 42 años que ejercía en una pedanía de El Ejido; al mes siguiente, se hizo lo mismo con otros dos, éstos de Ceuta y Valencia.

Ya en abril un imán egipcio que ejercía en Navalmoral de la Mata (Cáceres) abandonó España de forma voluntaria tras serle notificada un orden de expulsión . No sucedió lo mismo con un jordano que ejercía en Beniaján (Murcia), al no poderse consumar porque había abandonado el domicilio con su familia y no pudo localizársele.

En diciembre de 2018 la Policía detuvo a un argelino de 38 años años por su presunta integración en Daesh. El arrestado también utilizaba una asociación cultural del País Vasco muy conocida, de la que era presidente , y había desarrollado en los años anteriores labores de propaganda y captación de nuevos muyahidines. Entre sus proyectos se encontraba el de crear una escuela para adoctrinar desde la infancia a los niños musulmanes que acudiesen a ella. A raíz de la operación el Gobierno vasco retiró las subvenciones que concedía a la Asociación Cultural para la Orientación y Desarrollo de la Comunidad Argelina en Euskadi.