Podemos y voces del PSOE piden a Sánchez elegir ya socio para los PGE

No solo por la derrota en el Congreso de los Diputados, sino por otras dos cuestiones. En primer término porque se ha acrecentado la discrepancia táctica dentro del Ejecutivo respecto a cómo negociar y aprobar los Presupuestos. La semana arrancaba con Pablo Iglesias pidiendo limitar la negociación con los partidos de la investidura y considerando «inviable» el acuerdo con Ciudadanos . Pero terminaba con Carmen Calvo agradeciendo la disposición de la formación de Inés Arrimadas y pidiendo la abstención del PP.

El segundo elemento que ha agriado el comienzo del curso político ha sido la constatación de serias diferencias en el área económica respecto a los ajustes que necesariamente habrá que acometer en las cuentas públicas para 2021. Aunque en ambas formaciones coinciden en que al final el programa «no será un problema». Veremos.

Sánchez sigue queriendo que todo el mundo le apoye los Presupuestos, apelando a la coyuntura generada a causa de la pandemia. Ese es el mensaje oficial, la apelación global a todos los partidos para construir una mayoría «más allá» de la investidura. Pero esa apelación genérica y el vaivén discursivo dependiendo del ministro que hable ha sido percibido por los socios. Ninguno se quiere mover y ponen la pelota en el tejado de Sánchez: debe elegir compañero de viaje para aprobar los Presupuestos. Con más apoyos potenciales que nunca por la disposición de Ciudadanos y la escisión blanda de cuatro diputados del PDECat que tendrán libertad de voto, las cuentas siguen todavía sin salir. Y eso, tras la votación fallida de esta semana, ha empezado a causar nerviosismo en los socios de la coalición de Unidas Podemos. Pero también dentro del PSOE.

Nadie quiere hacer el primer movimiento. Y en un juego de riesgo Sánchez ha dado sobradas muestras de jugar fuerte. Acaba de perder una votación en el Congreso de los Diputados por seguir esa estrategia. Y por eso, pese a la excepcionalidad del momento y pese a tener más socios disponibles que nunca las cuentas todavía no salen. En Unidas Podemos aprietan para que se aparte a Ciudadanos y se limiten las apelaciones generales. Consideran «contraproducentes e innecesarias» las palabras de Calvo el viernes reclamando la abstención del PP. Si se amarra el voto de partidos minoritarios y del PNV existen hasta tres opciones aritméticas: Ciudadanos, ERC y una tercera sin ninguno de ellos en la suma si se consigue el apoyo a Bildu y PDECat . A los socios de Sánchez en el Gobierno solo le sirven las dos últimas.

Desde las filas socialistas empiezan a urgir a tomar ya un camino y negociar en serio: «Más vale garantizar 176 que aspirar a 200» , apunta un dirigente que se muestra alarmado por el precedente que ha supuesto, en términos de negociación fallida, el decreto derrotado esta semana en el Congreso de los Diputados. Una cuestión que ha distanciado a muchos cuadros municipales, el músculo del partido, con el Gobierno por su «soberbia» en la negociación.

Hay dirigentes en el partido, los ubicados en aquellas regiones en los que no existen movimientos nacionalistas relevantes, para los que el ofrecimiento de Ciudadanos es algo positivo. «Han mostrado disposición y es lo más razonable y lo más adecuado a este momento», valora un dirigente regional. «Están dispuestos y será difícil explicar porqué lo rechazamos », advierte otro. Por contra, son muchas y relevantes las figuras que coinciden con la lectura de Unidas Podemos y que creen conveniente profundizar el entendimiento con las fuerzas nacionalistas e independentistas para mantener la discusión política en torno al eje izquierda/derecha. Pero todos tienen claro que hay que empezar a negociar ya y manifiestan cierta inquietud por la apariencia de que el Gobierno sigue aferrado al advenimiento de un acuerdo a dos bandas. «Es que eso no va a suceder nunca. Cs y ERC no van a firmar un Presupuesto juntos », reflexiona un diputado.

La aprobación de las cuentas públicas de 2021 es el momento clave. «Con unos Presupuestos acabas la legislatura», resumen un alto cargo del Gobierno. Sin aprobarlos, nada está escrito. En 2019 Sánchez convocó elecciones con la excusa de no haber aprobado las cuentas. Pero es cierto que no existe un automatismo que obligue a la convocatoria. No obstante, todos los actores políticos trabajan con el escenario de que las cuentas se aprobarán. Un importante dirigente socialista lo resume así: «Serán sinónimo de libertad».

Y es que con el proyecto de cuentas públicas aprobadas y sin posibilidad de que exista una mayoría parlamentaria en contra en el Congreso a pocos se les escapa que el presidente del Gobierno empezaría a ganar margen de actuación. Sería el momento en el que Sánchez podría propiciar un cambio de gobierno para reciclar aquellos perfiles más desgastados. Y también apuntan dirigentes en privado que sería entonces y nunca antes cuando podrían «pasar cosas» en la relación con Pablo Iglesias. Hasta que eso no suceda «es un matrimonio que no se puede romper». A partir de ahí, con unos Presupuestos aprobados algunos aventuran que, si no hubiese más remedio, «se puede gobernar con 120 escaños». Porque, como resume un veterano dirigente, «en algún momento Pedro y Pablo dejarán de tener tanta paciencia».