«¡Cuidado Amaiur, que el poder aburguesa!»

En la conferencia, Solabarria relataba cómo recientemente había aconsejado al todavía número uno de Amaiur por Vizcaya, Iñaki Antigüedad, que no se dejara aburguesar por su condición de diputado: «Antigüedad, que hay que consultar a las bases, que están todo el día en la calle pisando barro». «Tendríamos que estar continuamente en la calle, pisando barro, y no tanto pisando alfombra», insistía el exdirigente batasuno en referencia a lo que considera una obsesión de la actual «izquierda abertzale» por la participación institucional. «La revolución se hace desde abajo, en la calle, y no desde arriba». Precisamente, Iñaki Antigüedad dejará dentro de poco su escaño por desavenencias internas.

Periko Solabarria, que considera que el militante debe ser «duro frente al poder», y que «fiestas sí, pero también lucha» , opinaba en su intervención que «todas las ideas tienen cabida, por peregrimas que sean. Aquí no sobra nadie, salvo la derecha...y el PSOE que está haciendo una política de derechas, contribuyendo a la Europa de los mercaderes».

Dicho esto, el cofundador de Herri Batasuna advertía que hay que ser críticos con el poder. Un poder en el que incluye a los representantes de Amaiur en el Congreso y el Senado. «Hay que tener cuidado con el poder -insistía-. Cuidado porque los parlamentos burocratizan y hay que estar continuamente haciendo crítica y mucha autocrítica». Y en este punto, recordaba a los diputados de Amaiur que cuando él fue parlamentario de Herri Batasuna siguió trabajando como peón.

En otro momento de su intervención, Periko Solabarria se definía como «un independentista hasta las cachas». «Pero yo no quiero una Euskal Herria independiente en manos de los empresarios, del PNV, sino de los trabajadores. Por ese hay que reclamar una Euskal Herria independiente y socialista». «Si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir» sentenciaba el referente más ortodoxo de la «izquierda abertzale», que desconfía de la actual estrategia de apuesta por las vías políticas y no está adel todo cómodo con el cese definitivo de la actividad terrorista. «El cura trabukoide» , tal y como se le conoce por haber abrazado en su día el sacerdocio, ha evolucionado poco. Así, en un mitin celebrado en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián, el 24 de octubre de 1982, espetó: «Sabéis que nuestros terrenos están en manos de oligarcas vascos, y cuando ETA secuestra o ejecuta a los Ibarra o Lipperheide, limpia nuestras tierras de mafiosos ». El primero fue asesinado y el segundo puesto en libertad después de que la banda cobrara un elevado rescate.