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Penúltimos intentos de evitar el desastre

El independentismo se acostó ayer desconcertado, dubitativo pero todavía vivo

Santi Vila (PDECat), ayer en el Parlament EFE
Salvador Sostres

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A mediodía de ayer saltaba la primera y de momento única noticia que significaba que el proceso independentista asumía su fracaso: el presidente de la Generalitat convocaba una declaración institucional a las 13:30 para disolver el Parlament y convocar unas elecciones simplemente autonómicas para ... el 20 de diciembre. El independentismo se rompió: militantes y diputados del PDECat se daban de baja y renunciaban a su acta , Marta Rovira abandonaba el palacio de la Generalitat llorando y la CUP llamaba a la movilización contra el Govern al que había dado apoyo parlamentario desde el año pasado. Concentraciones en la plaza Sant Jaume y ante la sede de los convergentes al grito de «Puigdemont traidor». Cerca de las dos, el president retrasaba su comparecencia a las dos y media, y luego la suspendía para acabar compareciendo a las cinco de la tarde.

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