Patrullas nocturnas para evitar los botellones

En la playa de la Barceloneta todo es fiesta y diversión hasta que las sonrisas desaparecen con la llegada de los policías que deben desalojar la playa. El toque de queda a la una de la madrugada hace que los botellones pasen de la playa ... a los pisos turísticos y sus alrededores. Los vecinos de la Barceloneta dicen estar cansados de vivir todos los días la misma situación; miles de personas hacen botellón justo delante de sus casa haciendo ruido y ensuciando. En Cullera para evitar los botellones la playa se cierra pero la fiesta también se mueve a otras zonas. La policía local patrulla sin descanso para asegurar el bienestar de los vecinos. Aunque la noche en Sevilla parece algo más tranquila, las patrullas siempre acaban encontrando botellones y los bares también pueden llegar a ser sancionados aunque intentan cumplir con la normativa.   Una vigilancia nocturna necesaria para controlar los contagios.