La paranoia de Puigdemont: cree que quieren asesinarle
Nadie en «Maniac Mansion» confía en la cordura del que hace un año veían como líder indiscutible
La estabilidad nunca fue la característica de Carles Puigdemont. Colérico y bipolar, el expresidente de la Generalitat siembra el desconcierto y una cierta sensación de caos en sus equipos de trabajo. En los últimos meses, sus más estrechos colaboradores le han puesto el apodo de «Maniac Mansion» a su residencia en Waterloo, por sus constantes crisis y desconfianzas.
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