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Paracuellos: Memoria de la matanza

Paracuellos, noviembre de 1936. La sola mención de esa población madrileña fue durante el franquismo el ejemplo más claro para acusar al bando republicano, y en concreto a los comunistas que formaban

Cementerio de Paracuellos

Paracuellos, noviembre de 1936. La sola mención de esa población madrileña fue durante el franquismo el ejemplo más claro para acusar al bando republicano, y en concreto a los comunistas que formaban parte de la Junta de Defensa de Madrid, de cometer durante la guerra ... matanzas indiscriminadas, fusilamientos nocturnos masivos sin juicio previo. Se utilizaban términos como «holocausto», «genocidio» y a los asesinados se les llamaba «mártires». No sólo causaba horror en el bando nacional o, después, entre los partidarios del Régimen. El pavor sobre lo que había ocurrido allí, junto al río, al pie del Cerro de San Miguel, alcanzó también a muchos republicanos y, por ejemplo, el presidente del PNV en la capital de España, Jesús de Galíndez, lo consideraba la más grave ignominia de la defensa de Madrid. Y, entre otros testimonios que los historiadores han ido espigando, Melchor Rodríguez, un afiliado a la FAI, dimite a mediados de ese mes de noviembre como director general de Prisiones al enterarse de que, sin su conocimiento, los comunistas habían fusilado a presos. Rodríguez sería quien, en diciembre, nombrado de nuevo con plenos poderes que mantuvo hasta marzo del año siguiente, terminaría con los asesinatos de presos.

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