Pablo Iglesias, vapuleado en Portugal

Todavía preserva su aureola 'Expresso', perteneciente a un grupo editorial comandado por Ricardo Costa, hermanastro del primer ministro socialista, Antonio Costa. Un sello que lleva a sus responsables y al periodista español Ángel Luis de la Calle a poner el dedo en la llaga con un subtítulo demoledor que pone en su sitio al líder de Unidas Podemos: «Cómo el partido de Pablo Iglesias se ha transformado, en media docena de años, en aquello que tanto criticaba ».

En el interior del suplemento del número de este sábado 17 de octubre queda, por tanto, al descubierto que la propuesta que nació como 'izquierda cool' se ha revelado un auténtico fiasco , especialmente desde el 'affaire' inmobiliario que condujo a Iglesias de su piso en el barrio de Vallecas a un chalé con piscina-lago en una zona noble de Galapagar. Algo así como del 'underground' al estrellato a golpe de irrupción política de la mano del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien terminó cediendo a sus propósitos con tal de ser investido presidente del Gobierno.

Como si de un personaje de «Soñadores», de Bertolucci, se tratara, 'Expresso' da cuenta del camino de incoherencia por el que lleva transitando el jefe de Unidas Podemos. Del fulgor del 15-M a la rebeldía juvenil al estilo de Godard en «La china», que hacía referencia a los acaudalados franceses menores de 30 años que se dejaron seducir por las teorías del maoísmo al tiempo que disfrutaban de los ambientes 'neohippies' en carísimos apartamentos con vistas a las mejores zonas de París.

Las críticas a Pablo Iglesias en Portugal se producen después de que sus reiteradas salidas de tono (como cuando le dijo «cierre la puerta al salir» a Iván Espinosa de los Monteros, de Vox , en una comisión del Congreso) hayan tenido su eco, sobre todo a través de las redes sociales.

Y eso que en el país del fado tiene a una aliada habitualmente fiel: Catarina Martins , cabeza visible del Bloco de Esquerda, partido fundado hace 21 años que se consolidó en la tercera posición del arco parlamentario luso, después de los socialistas y de los conservadores del PSD. Ella sale en su defensa en cuanto tiene ocasión y, probablemente, no le haya hecho mucha gracia esta portada que destripa los entresijos de la ambición que mueven al vicepresidente que inspiró la canción «Sí se puede», de Miguel Bosé.

Fue precisamente en Lisboa donde el autor del libro «Disputar a democracia» (en su versión traducida al portugués, de acuerdo con la edición de la cadena de librerías Bertrand) vertió diversos y punzantes reproches contra Pedro Sánchez en 2016, cuando lo acusó de flirtear con la «extrema derecha», según su definición de cualquier ideología opositora a la suya.