Otros dos presos, de Picassent y Málaga, se fugan de las ambulancias que los trasladaban al hospital
Ambos ingirieron lejía con la intención de provocar su salida de prisión. El malagueño fue detenido poco después
La fuga del Piojo y su hermano el sábado de la cárcel de Valdemoro ya tiene imitadores. Un efecto llamada que se repitió ayer domingo en dos lugares distintos: Picassent (Valencia) y Málaga. En ambos casos los internos ingirieron lejía en los centros penitenciarios en los que estaban presos con el objetivo de que los trasladaran a un hospital, casi seguro ya con una evasión en mente.
El reo de Picassent, preventivo, llevaba solo unos días en prisión al parecer por un delito de violencia de género . Estaba cumpliendo la cuarentena por Covid en el módulo destinado para ello. En un descuido agarró una botella de lejía y bebió su contenido por lo que fue trasladado de inmediato en ambulancia al hospital. A mitad de trayecto, sin que aún se sepa cómo lo logró, se quitó las esposas y se escapó del vehículo medicalizado sin que aún haya sido localizado.
Horas después, otro interno de Málaga copió el método y también bebió lejía. Según fuentes penitenciarias durante la conducción al centro hospitalario logró zafarse aunque fue detenido minutos después.
La fuga de «el Piojo»
La fuga de Jonathan Moñiz Alcaide, el delincuente conocido como «El Piojo», de 36 años, y de su hermano Miguel Ángel tuvo lugar el sábado . Ambos, butroneros, llevaban medio año en la cárcel de Valdemoro y lograron acceder a una estancia cerrada con llave desde la que se descolgaron unos seis metros con sábanas anudadas. Después, salvaron el muro exterior, de siete metros, aunque fueron detectados. Se detuvo entonces a un tercer preso que iba con ellos, que siguen siendo buscados.
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