La nueva ley Aído «se ha hecho para facilitar el negocio de las clínicas»

Desde aquella previsión, la lista de indicios empieza a ser extensa: descuentos de la Junta de Andalucía para que las jóvenes aborten; la revisión por parte de la Fiscalía General del Estado de las actividades de Morín y sus trituradoras; las cuantiosas subvenciones del Ministerio de Igualdad a todo aquello que esté relacionado con el feminismo más extremo o el adoctrinamiento sexual de los jóvenes...

Balance de la ley

Ante semejante avalancha de evidencias, Blanco, considera que «el balance de la nueva «ley Aído», incluso antes de su entrada en vigor, deja claro que favorece el negocio del aborto, limpia las responsabilidades penales de quienes incumplieron la Ley anterior y permite que el Estado haga suyos los intereses del lobby de género».

Recuerda que la semana pasada, se conocieron «las actuaciones iniciadas por la Fiscalía General del Estado para revisar las acusaciones contra Morín por abortos ilegales, aplicarle los «beneficios» de la nueva Ley y reducir así las penas que le corresponden». «El Gobierno -concluye-, una vez más, favorece el negocio del aborto para a las organizaciones ideológicamente afines a su visión de la sexualidad».

«Luego se supo -prosigue- que las clínicas abortistas y la Junta de Andalucía se han puesto en marcha para abrir el aborto masivamente y con descuentos para las menores de 18 años mostrando así que la razón última del empeño de la ley por permitir el aborto de las niñas de 16 y 17 años sin el consentimiento ni la información de sus padres, no tenía otra finalidad que abrir un nuevo mercado para quienes han convertido el aborto en un puro negocio».

Y apunta, finalmente, que el siguiente paso será «avanzar en la introducción en el ordenamiento jurídico español de los planteamientos propios de la ideología de género para convertirlos en únicos y obligatorios».