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Análisis

No es fácil excluir la rebelión

Para lamento del independentismo y de sectores del Gobierno, la separación de poderes y la autonomía del Ministerio Fiscal existen

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el miércoles en el Congreso de los Diputados EP
Manuel Marín

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En España se ha creado un estado de opinión virtual, según el cual bastaría con que la Fiscalía o el Estado renunciaran a acusar de rebelión a los procesados por el 1-O para dar bajonazo judicial a este proceso, o para poner el contador ... del separatismo a cero y alcanzar acuerdos políticos que rebajen la inflamación secesionista. Las invasivas «sugerencias» que hace en público el Gobierno a la Fiscalía General, como «gesto» o contrapartida a ERC o el PDECat para lograr la aprobación de los Presupuestos, rozan lo obsceno. Ese latente estado de opinión ha sentenciado ya, sin juicio, que no existe la autoría de rebelión porque nunca hubo violencia, y que como máximo pudo producirse una inducción a la sedición, lo que rebajaría sensiblemente las peticiones de cárcel para los acusados. Así, se extiende la idea de que si el Ministerio Público no acusa por rebelión, no solo no podrá haber condena por ese delito, sino que «no hay caso».

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