Natalidad, la gran oportunidad perdida

«Si dispusiera de ocho horas para cortar un árbol, emplearía seis en afilar el hacha». Esta frase del expresidente estadounidense Abraham Lincoln ilustra a la perfección el gran vacío que preside la visión de los grandes partidos ante el grave problema demográfico que sufre España. Tras llevar ya 35 años por debajo del nivel de reemplazo generacional, con una media actual de 1,2 hijos por mujer, ninguna formación se ha detenido a estudiar sin partidismos a qué obedece este hundimiento de la natalidad, y cuáles son las medidas necesarias para hacerle frente. Así, las distintas propuestas electorales, aunque mediáticas, se quedan en la superficie, convirtiendo a la natalidad en la gran oportunidad perdida del 20-D, ya que la llegada de los nuevos partidos y la mayor competencia por el electorado no ha servido, desgraciadamente, para que ninguno de los grupos se proponga resolver el problema . «Todos plantean medidas muy generales y absolutamente insuficientes, que no abordan el problema. Son un maquillaje. Da la sensación de que persiguen rellenar un programa, más que abordar en profundidad el grave problema de la natalidad», subraya Eduardo Herfelder, presidente del Instituto de Política Familiar.

En la misma línea, el presidente de la Fundación Renacimiento, Alejandro Macarrón, advierte de que los cuatro programas «no enfrentan el problema con seriedad: la natalidad no se arregla con parches. Son medidas que pecan de inconcreción y algunas erradas ».

Entre estas promesas poco adecuadas, Macarrón cita la ayuda del PP de 2.000 euros a las adolescentes que no cuenten con apoyo familiar. «En rentas muy bajas puede suponer un incentivo irresistible para tener niños que no se querrían tener. Mucho cuidado con fomentar estas situaciones y con el fraude que pueden generar», alerta este experto, que tampoco comulga con propuestas que supongan una mayor carga para las empresas, como la racionalización de horarios que proponen los cuatro grupos. «Quién debe pagar la natalidad es el Estado, no las compañías que deben crear riqueza. Tampoco deben pagarla los compañeros con más carga de trabajo, porque al final se genera un rechazo cuando hace falta una conciencia pronatalidad. Y no está claro que sea un incentivo porque no parece que las funcionarias tengan más hijos », subraya. Helfelder cita otra medida errada, del PSOE, la ampliación de las horas extraescolares. «Es estar menos horas con los hijos y envía el mensaje de que lo importante no es la familia sino la productividad». Macarrón carga contra la protección de Podemos a las familias monoparentales. «Para atajar este problema se debe proteger a todas».

Ambos reclaman un completo programa de medidas ambiciosas y concretas que incentiven la maternidad y apoyen a las familias . Por ejemplo, mayores desgravaciones fiscales, beneficios en las pensiones y en las cuotas a la Seguridad Social. También creen necesario promover un cambio cultural urgente que eleve la conciencia pronatalidad en la sociedad civil.