La Moncloa coloca a un afín al principal asesor de Sánchez en un órgano jurídico europeo

Sánchez Muñoz era miembro de la antigua Comisión Ejecutiva Regional del partido cuando López se convirtió en líder del PSOE en la región. Pese a realizar una profunda renovación de la directiva, el jefe de gabinete de Presidencia le mantuvo en su puesto y posteriormente le nombró secretario de Estudios y Programas. «Ha dado un impulso importantísimo al partido», señaló Sánchez Muñoz sobre Óscar López en mayo de 2011. Previamente, Sánchez Muñoz había sido diputado socialista en el Parlamento de Castilla y León, y secretario provincial de las Juventudes Socialistas de Valladolid. En cuanto a sus ideas, defiende tanto la España plurinacional como la organización de una consulta de independencia no vinculante en Cataluña.

Según las fuentes consultadas por ABC, Exteriores remitió su nombre el pasado martes a la Comisión de Venecia, tras agotarse el lunes el mandato de los tres representantes actuales. La terna se completa con Rafael Bustos, catedrático de derecho constitucional con varios artículos publicados en El País, y la catedrática de constitucional Paloma Biglino, que vuelve a ser renovada tras doce años representando a nuestro país en el órgano. En cambio, Moncloa cesa a los destacados catedráticos Josep María Castellá -que será sustituido por Bustos-, y Rafael Rubio -cuya plaza ocupará el exdirigente socialista-.

La elección de Sánchez Muñoz chirría en el mundo jurídico, donde se considera que su perfil no se ajusta a la Comisión de Venecia. Por un lado, por su condición de exdirigente socialista y su cercanía al Gobierno actual. Por otro, porque es profesor titular pero no catedrático.

Su elección se cuestiona para un órgano que hace gala de estar integrado por juristas independientes, de elevado prestigio. Un reproche que comparten antiguos representantes españoles en la institución . «Enviar a perfiles políticos es algo que no hacen los países europeos, salvo contadas excepciones como Polonia y Hungría que tienen varios informes abiertos. El perfil de los representantes que envía cada país se escruta porque se considera un indicio de la calidad democrática de cada gobierno», señala un anterior miembro del órgano.

La Comisión de Venecia es una institución consultiva para el Consejo de Europa (ajeno a la UE) y su labor se centra en mejorar el funcionamiento de las democracias y la protección de derechos humanos. Así, emite recomendaciones sobre cuestiones constitucionales, tanto a nivel individual como general. «Los Gobiernos que envían a perfiles políticos a la Comisión de Venecia suelen ser aquellos que tienen problemas con algún asunto constitucional. Previendo algún reproche, optan por representantes no independientes para que defiendan sus intereses», señala la misma fuente.

En el caso de España, los dos últimos informes elaborados por la Comisión de Venecia versaron sobre la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y la Ley de Seguridad Ciudadana. En cuanto a recomendaciones generales, su posición de que los jueces elijan a los jueces ha tenido mucho recorrido en nuestro país. El PP la ha utilizado para exigir al Gobierno una reforma en esa dirección, como condición para renovar el Consejo General del Poder Judicial.

Sánchez Muñoz llega a la Comisión de Venecia como primer suplente, mientras que Bustos será titular y Biglino continuará como segunda suplente. Pero la posición de suplente no implica una menor labor ya que, al menos hasta el momento, el modo de trabajo de los tres miembros españoles ha sido el reparto de temas en práctica igualdad de condiciones.

Aunque Sánchez Muñoz es claramente afín al PSOE, Bustos y Biglino pueden considerarse cercanos al partido de Pedro Sánchez. El primero es de sensibilidad progresista moderada y defiende una gran reforma constitucional como respuesta a la crisis territorial. También rechaza los cordones sanitarios a formaciones políticas y ha sido muy crítico con la deriva frentista de la política española.

Biglino, por su parte, llegó a la Comisión de Venecia en 2010 de la mano del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero , por ocupar entonces la dirección del Centro de Estudios Políticos. Su nombramiento en ese órgano fue polémico porque Biglino era muy próxima al primo del expresidente, José Miguel Vidal Zapatero, en aquel momento director adjunto del Gabinete de Presidencia. Además de compañeros de departamento en la Universidad de Valladolid, la catedrática había sido jefa de Vidal Zapatero.

Aunque Exteriores remite al Consejo de Europa los nombres de los representantes españoles, la elección de los mismos parte del Centro de Estudios Políticos que dirige Yolanda Gómez y depende del Ministerio de Presidencia de Félix Bolaños.