Más puestos de trabajo y de mayor calidad, objetivo prioritario

El PP se encontró al llegar al Gobierno con un mercado laboral que era una auténtica sangría para los trabajadores, con 5,9 millones de parados y una tasa por encima del 26% . El número de ocupados se encontraba por debajo de los 17 millones y se destruía empleo a un ritmo del 4,78%. Dos años después, gracias a la recuperación y a la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Rajoy en febrero de 2012, se empezó a crear empleo y a reducirse el paro. El año pasado fue el primero en el que hubo creación neta de puestos de trabajo (2,53%).

Las previsiones del Gobierno recogidas en los Presupuestos para 2016 son que el empleo crezca un 3%, tanto en 2015 como en 2016, es decir, a ritmos parecidos al del PIB: 3,3% este año y 3,0% el próximo.

Pero el importante aumento de la ocupación durante los dos últimos años tiene un sabor agridulce, ya que la tasa de temporalidad ha seguido aumentando. En los últimos doce meses, el empleo temporal ha crecido (357.700 personas) el doble que el indefinido (178.100). Con estos datos y 4.850.800 desempleados al acabar el tercer trimestre, el objetivo del gobierno que salga de las urnas el próximo 20 de diciembre es claramente crear más empleo y de mayor calidad.

El principal partido de la oposición, el PSOE, acude a las urnas con una obsesión, la de derogar urgentemente la reforma laboral de 2012 y redactar un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Sin embargo, no incrementaría los días de indemnización por despido improcedente que el PP rebajó de 45 a 33 días. Tal vez por eso últimamente ya no hablan de «derogar» la reforma laboral, sino de «reformar profundamente la reforma». Nadie del partido se atreve a dar una cifra de creación de empleo en la próxima legislatura. Alguna de sus propuestas podría proporcionar más calidad al empleo, como limitar a dos años los contratos temporales. Así, se rebajaría también la tasa de temporalidad, que actualmente supera el 25%, el doble de la media europea. También contribuiría a mejorar el empleo su intención de luchar contra la brecha salarial entre mujeres y hombres y garantizar la igualdad salarial entre los trabajadores de empresas principales y de servicios.

La propuesta estrella de Ciudadanos para crear empleo es el contrato único, modelo rechazado tanto por el PP como por el PSOE y que también recoge UPyD en su programa. Según Ciudadanos, el contrato para los nuevos trabajadores sería indefinido, con un coste de despido creciente. Al principio, el contrato sería similar a uno temporal, es decir, que durante los dos primeros años el trabajador no tendría derecho a indemnización y para alcanzar los 33 días que marca la ley debería tener una antigüedad de nueve años.

Asimismo, este partido es el único que aboga claramente por reducir las cotizaciones sociales de las empresas que creen empleo.

Simplificar los tipos de contratos

Los expertos son partidarios de reducir y simplificar los cuatro tipos de contrato existentes: indefinido, temporal, de formación y aprendizaje, y prácticas, porque entre ellos suman 48 modelos distintos. Menos adeptos tiene la propuesta de un contrato único.

Más cobertura para los parados de larga duración

Casi la mitad de los parados (45,5%) han agotado sus prestaciones por paro, especialmente los parados de larga duración. Es necesario articular mecanismos para que estas personas obtengan algún subsidio temporal.

Imprescindible la formación de los jóvenes

Con una tasa de paro juvenil de más del 50%, la formación debe ser la principal vía para recualificar a los jóvenes desempleados, sobre todo de aquellos que no tienen el título de la ESO. Esta formación debería estar indexada a prácticas en las empresas, avisan los expertos.

Reducir y redistribuir las bonificaciones

Actualmente, casi todos los modelos de contratación cuentan con bonificaciones para el empresario, por lo que ha perdido su objetivo último de incentivar el empleo. Habría que reducirlas a colectivos muy concretos (discapacitados, personas en riesgo de exclusión social y víctimas de violencia de género) y eliminar la mayoría.

Rebajar las cotizaciones sociales

Quienes crean empleo son los empresarios. Reclaman rebajas de dos o tres puntos en sus cotizaciones a la Seguridad Social. Por lo menos a las empresas que incrementen el número de sus puestos de trabajo.

Hacer que aflore el empleo sumergido

Es imprescindible profundizar y potenciar la lucha contra el fraude en el mercado laboral. Y no sólo con el buzón abierto hace dos años por el Ministerio de Empleo para realizar denuncias anónimas. Esta web de la lucha contra el fraude ha conseguido que afloren 4.181 empleos sumergidos, de los que 2.589 corresponden a los últimos doce meses.

Reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres

Los hombres ganan en nuestro país casi un 20% más que las mujeres por hacer el mismo trabajo. La brecha no sólo no se ha reducido en los últimos años, sino que se ha ampliado durante la crisis. Paralelamente, las mujeres siguen alejadas de los puestos directivos.

Igualar las condiciones de fijos y temporales

Con la crisis se ha agravado la diferencia que siempre ha existido entre las condiciones laborales de las que goza un trabajador con contrato fijo respecto a otro temporal. Incluidas las indemnizaciones por despido. Igualar esas condiciones sería mejorar las de los temporales sin empeorar las de los indefinidos.

Mejorar los servicios públicos de empleo

Las oficinas públicas de empleo sólo intermedian en la colocación del 2% de los parados, porcentaje inferior al de las empresas de trabajo temporal, a pesar de que estas tienen vetado trabajar en varios sectores. Los servicios públicos de empleo necesitan urgentemente más personal, máxime cuando se pretende poner un tutor para cada 120 parados de larga duración para hacerles un seguimiento individualizado.

Bajar la cotización de los autónomos

Los autónomos siguen esperando una rebaja de su cotización mínima (884 euros mensuales), así como que en el caso de altas o bajas no se abone la cotización mensual completa, sino la prorrateada por días o, en todo caso, la mitad de la misma correspondiente a la primera o segunda quincena. También querrían que el mecanismo de recargos fuese progresivo.