Martínez maniobró para «salvar» a Villarejo antes de su detención
El volcado de su teléfono móvil revela su nerviosismo cuando cayó el comisario
Alertó a su sucesor de que había que «encapsular» el problema o sería «devastador»
El exsecretario de Estado, Francisco Martínez
El que fue número dos de la seguridad del Estado bajo gobierno de Mariano Rajoy, Francisco Martínez, estaba «muy nervioso» el día que detuvieron a José Manuel Villarejo . Así lo dejó por escrito en uno de los WhatsApp que recoge el informe de ... la Unidad de Asuntos Internos fruto del volcado de su móvil en la investigación de la operación Kitchen . Tenía razones, al menos en dos ocasiones maniobró con dos mandos policiales para «salvar» al comisario de quien luego intentaría desmarcarse.
El informe, de 262 páginas y al que tuvo acceso ABC, recoge por orden cronológico y asunto a tratar la ingente actividad de mensajería de Francisco Martínez con diputados, policías y allegados durante y después de su paso por la Secretaría de Estado de Seguridad (hasta noviembre de 2016), dejando fuera aquellos temas que debido a su cargo, pudieran ser considerados secretos oficiales.
Arroja información valiosa de su conocimiento sobre Kitchen en 2015 y la estrategia que desplegó una vez iniciada la investigación para enterarse del contenido, que estaba bajo secreto; influir en las diligencias e incluso desactivar la causa, pero también da idea de su relación con Villarejo, ahora en el ojo del huracán.
El 4 de julio de 2015, pasadas las nueve de la mañana, el entonces inspector Jefe y ya comisario Andrés Gómez Gordo, conocido como «Cospedín» por su etapa en excedencia dirigiendo la seguridad para Dolores de Cospedal en el Gobierno de Castilla-La Mancha, escribió a Martínez. «El 16 de julio reconocimiento fotográfico de Pp -en alusión a Villarejo- en el caso de la loca, llegó el jueves la citación. Lo habíamos parado pero alguien lo ha reactivado... Ya me dices algo », señaló, para matizar después que se refería a una «rueda de reconocimiento».
La mujer a la que despectivamente llama «loca» es la doctora Elisa Pinto, que ya en aquellas fechas libraba una batalla en los juzgados de Madrid para acreditar que Villarejo la había apuñalado después de meses de amenazas. El comisario está pendiente de juicio por ello y en paralelo, la Audiencia Nacional investiga los hechos como un encargo del empresario Javier López Madrid , citado como imputado la próxima semana.
«Estoy de viaje, llego mañana. Te llamo por si podemos vernos a última hora. Pino iba a hablar -con la- juez con lo del -día- 16 », contesta el secretario de Estado. Pino era entonces el Director Adjunto Operativo de la Policía Nacional.
Tiene feedback sobre este asunto el 7 de julio. Gómez Gordo le informa de que « a Pepe se le ha ofrecido la posibilidad de que está de vacaciones (de esta forma tendría que posponerlo obligatoriamente) y él prefiere justificar viaje (la juez puede negarse) quiere ver qué animo tiene…», a lo que Martínez replica que, en su opinión, «la estrategia de Pp es un poco arriesgada ». «Creo que lo que no quiere es posponer el enfrentamiento a septiembre, quiere ver las cartas y tener más tiempo para actuar. Septiembre se le puede hacer tarde para reaccionar», añade 'Cospedín'.
«Pues menos mal»
Un año después, Villarejo bordea una nueva causa judicial . Tras una extensa investigación, Asuntos Internos ha presentado en abril un informe que detalla «una operativa sospechosa de blanqueo de capitales por parte de la estructura societaria cuyo titular real era Villarejo ». La misma que ahora le tiene en prisión provisional y que en aquel momento se desestimó. En mayo, el DAO Eugenio Pino escribe al secretario de Estado: « Salinas no ve nada delictivo en las actividades de Villarejo. Respiramos », le dijo el mando policial.
Se refiere a Antonio Salinas, anterior jefe de la Fiscalía Anticorrupción, que decidió enviar a la Fiscalía de Madrid aquel informe de Asuntos Internos. Las diligencias acabarían siendo archivadas en octubre de 2016. «Pues menos mal», contestó Martínez.
Estaba pendiente de Villarejo. En otro chat con el comisario Carlos Salamanca, procesado por su relación con el clan mafioso que se atribuye al polémico policía, éste le avisa de que «la madre de Pepe» está enferma. También fue él quien le alertó de que había fallecido, aunque para ese momento, Martínez ya lo sabía. De paso, le recordó que le agradecía su propuesta de que le condecorasen, a modo de tirón de orejas, sabedor de que iba a tardar meses en llegar la medalla prometida. «Sé que estás cabreado», comentó el secretario de Estado en esa ocasión. Él, de vuelta, le recordó que era «leal».
Pero para febrero de 2017, Villarejo empieza a ser una preocupación. Ya le ha declarado la guerra al Centro Nacional de Inteligencia y, por descontado, a la Unidad de Asuntos Internos que le había hecho 'un traje'. Su patrimonio, además, está en la prensa y se habla de cloaca policial.
Pino advierte a Martínez de que «PPk va a la carga» y le reenvía un texto que dice, es del comisario. «He dado un ultimátum... como sigan diciendo que están haciendo limpieza de la herencia… voy a salir yo a la palestra, y soy bastante menos políticamente correcto que tú». Pino no cree que «llegue la sangre al río». « Si la cúpula supiera lo que estamos aguantando... y sujetando». «¿Tú todavía le controlas?», inquiere Martínez. «Aún puedo. Claro que si Zoido sigue haciendo política…», replica el exDAO.
En junio parecen quedarse más tranquilos. Villarejo ha materializado su amenaza concediendo una entrevista en La Sexta, pero ya ha avisado a Pino de que sólo va a centrarse en Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia, y la examante de Don Juan Carlos, Corinna Larsen. Al día siguiente de la emisión, Martínez comenta: «Bastante medido todo. Mejor…».
«Estoy súper nervioso»
Con estos precedentes, siguen los chats hasta el viernes 3 de noviembre de 2017, el día en que los fiscales de Anticorrupción se llevaron detenido al comisario Villarejo. «Estoy súper nervioso, amor», confesó Martínez a su pareja. «Intento trabajar, avanzar… me cuesta…». Ella le urgía a tomarse «algo» y relajarse: «Aunque tú no lo creas, yo creo que te respeta», le contestó .
Pero «tal era su preocupación», en palabras de Asuntos Internos, que llamó a su sucesor en la secretaría de Estado , José Antonio Nieto, ese mismo día, como adelantó El Independiente. Le urge a una cita, pero el lunes 5 Nieto ha estado fuera por un asunto personal y el día 6 tiene una reunión con el ministro Juan Ignacio Zoido para hablar de varios temas: «y sin duda -le dice a Martínez-, el que hablamos el viernes ».
El día 6, las siete de la mañana, Martínez vuelve a la carga: «Jose, sobre lo que hablamos, creo que puede ser demoledor si no se "encapsula" ». El entonces número dos de Interior contesta: «Totalmente de acuerdo. Ese es el objetivo y de lo que quería conocer tu opinión. En cuanto pueda (hable con el Ministro) te llamo y buscamos un momento». Horas más tarde, le propuso que se vieran.
A ese "momento", Martínez llegó informado. El mismo día de la detención de Villarejo escribió a Eugenio Pino para enterarse de qué había pasado. Ya no era secretario de Estado en 2017, pero le explicó que se debía a cohecho en relación a sus actividades privadas, lo que le generó sorpresa: «¿Eso hacía PPPig?» , dijo, usando uno de los motes con los que ambos se referían a Villarejo. «Asuntos Internos es la unidad de toda la Policía que más cuesta y que menos condenas tiene. Es patética», le contestó el mando.
Con la investigación de la operación Kitchen ya en la Audiencia Nacional las tornas cambiaron. El propio Martínez reconoció ante el juez que habló «con todo el mundo» para enterarse de la investigación, pese a que hasta hace apenas un par de meses, estaba bajo secreto sumarial.
En ese contexto, trató con un amigo suyo una posible estrategia: «Sigo pensando que nuestra salida está en marcar y delimitar el problema. V (por Villarejo) y P (por Pino)», le comenta su colega. «P supervisaba a V. No lo supervisaba ni el ministro ni el Secretario de Estado de Seguridad». Encapsular el problema.