Marchena, a dos testigos de la defensa: «Todos estamos aquí por imperativo legal»

«Fíjese que todo lo que esta pasando aquí es por impetativo legal, todos estamos aquí por imperativo legal», ha respondido el presidente de la Sala Penal a Joan Torres , un ciudadano prejubilado que ha calificado el 1-O como «uno de los días más especiales» de su vida. El recordatorio de Marchena ha venido precedido de otra lección de Derecho cuando este mismo testigo ha manifestado su deseo de declarar en catalán. «Por más respeto que tengamos a la lengua catalana, aquí todo está reglado desde el primer día, hasta el lugar donde usted se sienta. La ley impone que este acto se desarrolle en castellano y es así como tiene que declarar».

El presidente del tribunal se ha visto obligado a intervenir de nuevo cuando la última testigo de la mañana, la concejal Isabel Castell , ha señalado que respondía a Vox «por imperativo legal». «Usted está ahí sentada por imperativo legal; ha respondido a las preguntas de la defensa de Sànchez y Turull por imperativo legal, ha respondido a las de la Fiscalía y Abogacía del Estado por imperativo legal (…) Todo lo que ha pasado aquí esta mañana es por imperativo legal».

Por lo demás, esta cuadragésimo primera jornada de juicio se ha desarrollado en términos muy similares a la de ayer, cuando desfilaron también por el Supremo ciudadanos que participaron en la votación del referéndum ilegal del 1-O . En este caso ninguno de los de este miércoles estuvieron en centros electorales en los que se produjeron incidenentes entre votantes y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

El denominador común de todos los testigos es que, pese a haber estado en el interior de colegio electoral durante toda esa jornada, ninguno de ellos ha dado ninguna pista de quién abrió los colegios y quién los cerró, ni tampoco de cómo llegaron las urnas y las papeletas a cada uno de los centros de votación. Algunos de los testigos han relatado que un señor vino con un coche y «dejó ahí las urnas» y otros han dicho literalmente que las urnas «aparecieron«. La estrategia de la defensa pasa por hacer del 1-O una iniciativa vecinal y espontánea y negar cualquier carácter organizativo a la consulta, que en realidad partió de la Generalitat.

Como los testigos de ayer, también la decena que ha comparecido a lo largo de la mañana de hoy han defendido la actuacion de los Mossos, achacando el hecho de que no cerraran los colegios a que los propios ciudadanos se lo impidieron. «Los Mossos solo podrían haber entrado con violencia», ha sostenido la agente de viajes Marga Borrás, quien ha reconocido a preguntas de la Fiscalía que en jornadas electorales anteriores nunca se habían ocupado los colegios desde la noche anterior. «¿Lo de las actividades lúdicas lo hicieron también el 9-N?», le ha interpelado Javier Zaragoza. «El referéndum del 1-O era algo diferente», ha contestado la testigo.