MANUEL ALMUNIA, Profesor de Rajoy en los Jesuitas de León: «Mariano era un empollón»
LEÓN. El hermano Manuel Almunia, con 72 años, es el único de los dos profesores que continúan residiendo en el Colegio de los Jesuitas de León y que recuerdan la época en la que estudió el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno Mariano ... Rajoy, quien contaba con tan solo diez años cuando su padre, funcionario de Estado, fue trasladado a la capital leonesa, donde vivió con su familia durante cinco años.
Mariano, el mayor de tres hermanos, fue el primero en estudiar en este centro, a partir del curso 65/66, ejemplo que siguieron sus dos hermanos, Luis y Enrique, que se matricularon en el 69/70 y 70/71. De esta etapa, el hermano Almunia recuerda la personalidad de Rajoy, quien ya desde pequeño destacó por su memoria, su capacidad para hacer amigos y de liderazgo, así como sus cualidades físicas para el deporte. Sin embargo, algún «punto débil» tenía que tener el ex ministro y es que «precisamente no era un artista en dibujo».
-¿Qué cursos estudió Rajoy en los Jesuitas?
-Desde primero hasta quinto. Después estudio también en los Jesuitas, pero en Vigo, adonde se trasladó a residir con su familia.
-¿Cómo era en clase?
-Era muy buen estudiante y no lo digo por la autoridad que va a ser, pero realmente era muy bueno. Sacaba sobresaliente en todo... bueno, excepto en Dibujo, que precisamente se lo daba yo. No pasaba del cinco o el seis, y aunque me decía que le estropeaba las notas, nunca se enfadó. No era un artista, pero trabajaba y como trabajaba no se le podía suspender.
-Una de las cualidades que más se destacan del ex ministro es su buena memoria. ¿Esta facilidad para retener conceptos ya se apreciaba desde su niñez?
-Sí, era así o si cabe más. Más que memoria, tenía un memorión. Era un empollón, que todo lo que caía en los exámenes lo sabía. Pero no solo era bueno estudiando, también haciendo deporte.
-Por esa faceta no ha brillado profesionalmente. Pero, ¿en qué deporte destacaba el candidato?
-En baloncesto. Jugaba en el equipo del colegio y era muy bueno. Le gustaba ver los recortes de prensa cuando aparecía como máximo encestador.
-¿Cómo era con sus amigos?
En el corrillo él mandaba, destacaba, era el protagonista. No digo que anulara a los otros, pero era la alegría del grupo. Tenía además compañeros francamente buenos.
-¿Cómo era su amistad con él?
-Seguimos manteniendo esa cordialidad. Al dejarle yo un poco la nota más baja en relación a los demás profesores, creo que llegó a crear más amistad. Cuando le nombraron ministro por primera vez le escribí y, a continuación, me respondió. Desde entonces, a cada cambio de Ministerio le he ido felicitando. Aquí conservo una carta de su puño y letra. Ayer mismo -por anteayer- le escribí para felicitarle por todo lo que tiene y lo que se le avecina.
-¿Ha vuelto a verle desde que estudió con usted?
-Sí. Ha vuelto por León. La última vez que le vi fue hace siete años. Estuvimos en el Salón de Actos de la Diputación y estuvimos charlando.
-¿Se han planteado en el centro hacerle un homenaje por su nueva responsabilidad en el partido?
-Creo que sería muy poca cosa para él.
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