«Mantengo mi militancia, pero si tuviera 20 años... Mire mis alumnos»

—Dijo al salir de la última reunión del Comité Federal que el partido está «roto» y «desgarrado».

—En el Comité Federal había una tensión muy fuerte, la sinrazón lo había ocupado. Vi que no podía aportar nada que fuera útil para reconducir aquello y decidí irme. Ha sido todo muy lamentable. Esa constatación se refiere a los órganos del partido, no a la militancia, aunque el desgarro se puede extender.

—¿Le preocupa que se pueda producir una fuga masiva de militantes a raíz de la crisis interna?

—El PSOE ha perdido votantes en los últimos años y ha pasado también con la militancia que se ve defraudada. Hay que transmitir buenas razones para que mantengan su compromiso y que no sea mera espectadora.

—¿Qué hará usted si no se consulta?

—Analizaré las consecuencias, pero vamos a batallar para que se haga la consulta. A muchos militantes nos pondría en una situación muy difícil.

—Ha dicho que Susana Díaz tiene un papel en la crisis interna. ¿Cuál?

—Ese papel lo ha desempeñado a la vista de todos. Está a la cabeza de un movimiento en el que están Fernández Vara, Ximo Puig o García-Page. La dimisión de los 17 miembros correspondía a una maniobra diseñada, se pusieron de acuerdo al menos en el momento de presentar la dimisión. No calibraron bien las consecuencias, ha sido una actuación irresponsable y ahora el partido está peor de lo que estaba.

—¿Y hay alguien que esté influyendo a Díaz?

A nadie se le escapa que las palabras de Felipe González tienen una determinada incidencia. Está en su derecho como ciudadano, pero no hay que sacralizar la opinión de nadie. Zapatero también se ha alineado en esas posiciones.

—¿El PSOE pierde con todo este lío?

—Es evidente. Su imagen pública está muy deteriorada. Hay cuestiones de fondo, como la ordenación del Estado. El problema es que Pedro Sánchez intentó formar un Gobierno con Podemos y los nacionalistas. Y en el PSOE hay dos visiones de organización territorial: una más unitarista y otra que suscribe el federalismo plurinacional.

—Si el PSOE pierde, ¿quién gana?

El Partido Popular. Las razones del ‘no’ a Rajoy no eran frívolas. Ese ‘no’ había que transformarlo en un ‘sí’ con un gobierno alternativo, pero ha habido fuerzas socialistas que se han negado.

—No le voy a preguntar si se marcharía a Podemos o a otro partido, pero… ¿se afiliaría hoy al PSOE el joven Pérez Tapias que lo hizo en los 90?

—En aquellos momentos el PSOE pasaba un trance complicado: estaba el debate de guerristas y renovadores, la crisis de la socialdemocracia europea... Eso se ha intensificado. Ahora mismo los alicientes que podía presentar el PSOE de los 90 han disminuido, por eso han aparecido otras opciones políticas. ¿Qué haría yo hoy? Lo que hago es mantener mi militancia. Si tuviera 20 años... Mire lo que hacen mis alumnos.

—Es decir, si usted fuese joven, ahora no se afiliaría al PSOE.

—No lo voy a decir en esos términos, puede dar lugar a un titular que no quisiera (risas). Lo que está claro es que el PSOE tiene difícil conectar con ciertos sectores sociales. No se entiende bien lo que está suponiendo Podemos. Si el PSOE se hubiera «podemizado», como ha dicho Javier Fernández, no habría perdido los millones de votos que se ha llevado Podemos.

—¿Se plantea presentarse otra vez a la Secretaría General del PSOE?

No lo contemplo, no me voy a presentar.