Juan Carlos I, sobre González: «Felipe está encerrado con sus fontaneros. Tiene que salir»

A comienzos de 1989, con las elecciones previstas para otoño, Felipe tenía previsto no concurrir a las urnas. El asunto no había trascendido a la opinión pública, porque un presidente que no va a la reelección es un presidente débil, pero sí era comentario común en los círculos mejor informados. El Rey despachó este asunto con Manglano en una audiencia que tuvo lugar el 4 de febrero, de la que el espía tomo buena nota:

— « Lamenta que FG no se presente como candidato en las elecciones , pero no hay que personalizar excesivamente a los líderes. Algunos notables le dicen que no debe irse». Al final, sí se presentó.

Ya en 1993 las encuestas pintaban bastos para el PSOE, y Felipe volvió a dudar, pero finalmente también se presentó. Otra de las habituales visitas de Manglano en La Zarzuela, el 31 de mayo, coincidió con el último lunes de campaña electoral. Restaban solo seis días para que los españoles acudieran a las urnas. Todo apuntaba a que ganaría Aznar y perdería González. Manglano transcribió la opinión del Rey al respecto, entre otros muchos temas, incluidos los familiares:

—«Le hablo de las consecuencias positivas para la Monarquía de que el pueblo español haya tenido conciencia de la dinastía (muerte de Don Juan, actitud de la familia, etcétera). La sustitución está muy bien».

El jefe del Cesid veía que la Monarquía restaurada se consolidaba tras los actos de homenaje a Don Juan de Borbón. Y el Rey le hizo otra confesión relacionada con los dos aspirantes a gobernar España:

— «Llamaré al partido que haya sacado más escaños, pero prefiero que gane Felipe» .

La percepción social y las encuestas apuntaban a que este deseo del Rey no se iba a cumplir, por lo que hizo un encargo a Manglano:

— «Envíame un papel con los temas importantes si gana el PP . Gibraltar, Marruecos… Me preocupan Ceuta y Melilla«.

Contra todo pronóstico, el PSOE volvió a ganar y gobernaría tres años más acosado por la crisis económica y por los escándalos, hasta que González se vio obligado a adelantar las elecciones que, esta vez sí, consiguió ganar Aznar.

Cuando se estaba produciendo el traspaso de poderes, el Rey habló con González, como le reveló en una nueva audiencia a Manglano:

—«Felipe –le dijo el Rey–, a lo mejor no me he portado bien contigo estos últimos días, pero quería agradecerte la relación durante estos años, la confianza y el afecto que tenemos».

El presidente en funciones le correspondió: esa confianza y ese afecto son «mutuos».

—«Quiero que vengas a verme de vez en cuando para informarme de cosas que me interesen –le pidió el Rey–. También me gustaría invitarte a cenar con toda tu familia, con tu mujer y tus hijos».

Un año después, el 24 de noviembre de 1997, González mantuvo un extenso encuentro con el general Manglano, conversación que se recoge con detalle en 'El jefe de los espías'. Entre un torrente de confesiones sobre todo tipo de temas, el expresidente del Gobierno hizo balance de sus últimos años:

— «Yo acepto responsabilidades políticas, pero no penales» .

También le hizo una reflexión que afectaba a la Jefatura del Estado:

— «¿Quién defiende la Monarquía? –se pregunta–. ¿Es popular? Yo no soy monárquico, pero tampoco republicano. No parece posible. El Rey está solo« .