Juan Carlos I, sobre Calvo-Sotelo: «No te acepto la dimisión. El poder tendría que ir al PSOE»
En los años en los que el general Manglano fue director de la inteligencia, el Rey compartió con él muchas reflexiones, secretos y valoraciones sobre sus cuatro primeros presidentes del Gobierno. Así consta en ‘El jefe de los espías’, la biografía del director del Cesid escrita a partir de su archivo personal
El Rey saluda a Leopoldo Calvo-Sotelo en el Palacio de la Zarzuela tras una Junta de DefensaABC
En esa conversación inicial del 27 de mayo de 1981, don Juan Carlos le dió su opinión a Emilio Alonso Manglano sobre las dos personas que habían sucedido interinamente a Adolfo Suárez: el que había heredado el mando en el partido, Agustín Rodríguez Sahagún, y ... el que había tomado el testigo en la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo. De Rodríguez Sahagún, el Rey le dijo a Manglano que «no ve más allá de sus narices». De Calvo-Sotelo opinó que es «más serio y más puntual» , y una cualidad muy importante: «Tiene idea del Estado» . No hay duda de que prefería al segundo, pero de sus palabras no podía deducirse un entusiasmo especial. Las pesquisas que Manglano fue anotando en su agenda le permitieron reconstruir cómo iba evolucionando la situación en torno a la UCD. El 5 de octubre de 1981, Rodríguez Sahagún confesó en un encuentro con periodistas que «no piensa dimitir» de sus responsabilidades al frente del partido, y consideraba que Calvo-Sotelo «es un cabrón». Así estaban las cosas.
Un mes más tarde, el 4 de noviembre, el director del Cesid recibió la llamada del Rey, que le contó una conversación mantenida la víspera con el presidente del Gobierno: «Me he equivocado al no asumir la presidencia del partido» , le dijo Calvo-Sotelo al Monarca. Había tardado unos meses, pero el presidente se había dado cuenta de que las bicefalias son siempre problemáticas y había constatado que para gobernar necesitaba el apoyo parlamentario de la UCD.
Quizá demasiado tarde, decidió comunicar otra decisión al Rey: «Aquí está mi dimisión». No habían pasado nueve meses desde su nombramiento como presidente y Calvo-Sotelo decidió dar un paso atrás. Es el mismo 4 de noviembre de 1981. «No te la acepto», responde Don Juan Carlos. E n la situación actual el poder tendría que ir al PSOE» . El Rey, que era la fuente de esta conversación, explicó a Manglano que Suárez le planteó a Felipe González la posibilidad de un relevo en el Gobierno, y el líder socialista le reconoció a Don Juan Carlos que «en su partido no tenían capacidad entonces» . Aún así, el tiempo socialista estaba al caer.
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